Este viernes, Mapfre firmó el contrato de transacción del pago del siniestro del proyecto Hidroituango, esto se deriva del fallo de responsabilidad fiscal proferido por la Contraloría General de la Nación. En total serán desembolsados 983,8 millones de dólares que, a la tasa de cambio actual, suman $3,84 billones, el 90% de las pérdidas que fueron ocasionadas por la contingencia en 2018.
¿Qué establece el acuerdo?
El trato fija que serán pagados USD$633 millones a EPM el 31 de enero de 2022. Otros 350 millones de dólares ya fueron desembolsados a EPM con ocasión de los pagos hechos a partir de la contingencia de septiembre de 2018.
Los recursos que ya se entregaron a EPM, fueron de carácter provisional mientras resolvían los niveles de responsabilidad. Ahora, dichos pagos ya son definitivos puesto que Mapfre se ha comprometido a no solicitar devolución de estos dineros.
“Hoy se ha salvado Hidroituango, el proyecto de generación más importante de nuestra historia”, sostuvo el presidente Iván Duque, quien reiteró que lo ocurrido fue un siniestro y, como tal, debía atenderse bajo los esquemas del aseguramiento.
“Este proceso le pone fin a disputas y pendencias innecesarias que podían llevar a la parálisis del proyecto y a la afectación estructural de las finanzas de EPM y de Medellín, así como una afectación a la soberanía energética del país”, dijo el jefe de Estado.
“Ahora no existe razón o excusa para alterar el curso de los contratos de construcción, interventoría y gestión estructural para que tengamos las turbinas operando en los tiempos previstos para garantizar la oferta en firme de energía”, añadió.
¿Para qué servirá ese dinero?
El gerente de EPM, Jorge Carrillo, indicó, según lo informado por un medio nacional, que estos recursos llegarán con una destinación específica para el proyecto hidroeléctrico, lo que le permitirá a la empresa tener flujo de caja asegurado para poner en operación la central.
Además, señaló que el acuerdo se firmó a satisfacción de las partes, por lo que renuncian a cualquier reclamación que se pueda presentar en el futuro.
Lo anterior quiere decir que, el acuerdo suscrito entre EPM y Mapfre no es demandable, ya que se trata de un contrato de transacción de pago del siniestro y en el mismo, se acordó entre ambas partes que no van a demandarse mutuamente.
A su turno, el contralor Carlos Felipe Córdoba expresó que por vez primera, dentro de un fallo de responsabilidad fiscal por un detrimento patrimonial, se recuperan recursos tan cuantiosos.
“No estamos hablando de inmunidad ni de impunidad, sino de un compromiso serio que debe cumplirse, pues de lo contrario habrá que hacer efectivas las sanciones fiscales”, señaló Córdoba.
¿Qué implica la firma del acuerdo?
Luego de consolidado el acuerdo con Mapfre, el proceso de responsabilidad fiscal por Hidroituango termina, lo que significa que los efectos de inhabilidad para los procesados se extinguen. Es decir que, en términos legales, cuando se paga el detrimento patrimonial, el proceso de responsabilidad fiscal pasa a ser archivado.
Por lo anterior, el megaproyecto deja de nadar en aguas turbias y las acusaciones del alcalde de Medellín, Daniel Quintero y el anuncio de su desconocido plan b que mencionaba, al parecer, no estaba del todo estructurado.
Así las cosas, el proceso ya no irá a cobro coactivo, ninguna de las 26 personas naturales y jurídicas declaradas culpables en segunda instancia por la Contraloría saldrán en el boletín de responsables fiscales y el Consorcio CCC Ituango (integrado por Conconcreto, Camargo Correa y Coninsa Ramón H) podría continuar al frente, por lo menos hasta que operen las dos primeras turbinas en el segundo semestre del 2022.
Y.A.