En medio de airadas protestas por parte de un gran conglomerado de los habitantes de Santa Marta, la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios -Superservicios, ordenó la toma de la Empresa de Servicios Públicos – Essmar.
Las consignas esbozadas por del pueblo samario se resumen en una sola: No más atentados contra las clases populares, los habitantes de Santa Marta se concentraron ayer en la Avenida Rodrigo de Bastidas, y otros puntos neurálgicos de esta capital, desde donde partieron en desfiles a pie y motorizados, con banderas y pancartas, pitos y sirenas, hasta llegar a la sede de la ESSMAR exigiendo que cese la persecución por parte del Gobierno Nacional contra los intereses de la ciudadanía samaria.
Los habitantes de la capital del Magdalena tienen motivos para rechazar estos procedimientos que solo reflejan con toda claridad, las manifestaciones de animadversiones políticas, por parte de quienes manejan estas entidades a nivel nacional, en épocas preelectorales, patentizados esta vez en la toma de la empresa de servicios públicos por parte de la Superservicios, con lo cual solo están castigando inclementemente es al pueblo de Santa Marta, ya que los argumentos planteados por la SuperSociedades son únicamente para continuar en su tarea de desprestigio de las administraciones departamental y distrital en cabeza de Carlos Caicedo y Virna Johnson respectivamente, quienes enfáticamente han expresado que actos de esta naturaleza no quebrantarán su voluntad de seguir sirviéndole a los magdalenenses y a los samarios.
Los repetitivos actos de esta naturaleza que siguen aconteciendo en Santa Marta, unido a este que ahora enfrenta la Administración Distrital, es un hecho que ha indignado a las gentes de bien de Santa Marta, por las funestas consecuencias que estos procedimientos siguen generando para las gentes más vulnerables.
Todo porque el Gobierno Nacional en cabeza de Iván Duque, tal vez presionado por sus aliados politiqueros de vieja data de esta ciudad, tienen “entre ceja y ceja” la única finalidad de frenar a como de lugar, una administración que les ganó en franca lid, limpiamente y en forma arrolladora en las urnas – y de lo cual todavía no han logrado reponerse– con una filosofía completamente distinta a la que se viene aplicando en otras regiones del país.
Si bien es cierto que la problemática respecto al servicio de acueducto de Santa Marta se remonta a muchos años atrás, no hay que desconocer que el Gobierno Nacional nunca ha hecho lo necesario para contribuir a la solución de esta sempiterna problemática que encontraron las actuales administraciones tanto departamental como distrital, es precisamente por culpa del Gobierno central por no haber girado los recursos oportunamente.
No hay derecho, a que la Superservicios intervenga a la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta, por el contundente hecho que ‘Fuerza Ciudadana’ los haya derrotado electoralmente, derrota de la cual aún no han podido recuperarse los grupos politiqueros que ni en ‘gavilla’ lograron detener esa arremetida de una ciudadanía cansada de los mismos con las mismas que respaldó con el voto popular el cambio tan esperado.
Su actitud deja mucho que desear, al igual que la asumida por el Gobierno Nacional, de desconocer la legitimidad de una administración departamental y distrital que cuenta con el apoyo de su pueblo.
El Gobierno central desconoce el PMU del gobernador y convoca un PMU con las comisiones provenientes de Bogotá, desplazando a Carlos Caicedo y a Virna Johnson de sus funciones.
