Por: Alfonso Elías Bermúdez
Hablar de Juan Gabriel es hacer remembranza de un artista polifacético dentro del rango musical, nacido en México en 1950 y fallecido en el 2016, dejando un legado como intérprete, cantautor, arreglista, compositor, productor musical, además alimentó con su talento a la música popular como la cumbia, samba, polka, salsa, ranchera, música porteña, boleros rock and roll, como apéndice compuso para sus hijos canciones de cuna, aparte de estos atributos artísticos se preocupó por la población vulnerable distinguiéndose como un gran filántropo, no obstante voy a comentar a través de este artículo ese gran dominio de darle una ruta con alto sentimiento a una historia de tres amores, cuya protagonista es una mujer, se trata de la canción escrita, musicalizada y titulada por él, ‘Así fue’.
Canción tildada por los críticos como potente, una historia de una mujer atrapada en los brazos de dos amores, se trata de la mezzosoprano española Isabel Pantoja, amiga y comadre del mexicano, todo comenzó cuando en los años 80 le contó a Juan Gabriel que estaba pasando por un tormento, puesto que tuvo que confrontar a su examante diciéndole que tenía novio, su corazón según ella estaba fracturado en dos, con pena narraba el suceso a su compadre, lo que no sabía ella, que de ahí el cantautor y compositor mexicano, se inspiró para escribir y lanzar al mercado la canción ‘Así fue’, cuenta la cantante sevillana que su compadre la sorprendió en 1985 al entregarle la letra y su música de esa parte de su vida íntima, Juan Gabriel la invitó a que la interpretara y así lo hizo con mucho éxito continental. A mi juicio la más bonita canción con su letra y música compuesta por Juan Gabriel, es un trozo de poesía hecha balada, a continuación, describo una estrofa que me llamó poderosamente la atención, por la magia que colocó Juan Gabriel:
“Soy honesta con él y contigo. A él lo quiero y a ti te he olvidado. Si tú quieres seremos amigos. Yo te ayudo a olvidar el pasado. No te aferres, ya no te aferres. A un imposible. Ya no te hagas. Ni me hagas más daño”. Esta letra y su contenido es inmensa. La Musa de la inspiración de esta estrofa de la canción, le decía al ex que no intente regresar, ella que estuvo enamorada, ahora ya era demasiado tarde porque su nuevo amor curó sus heridas. Como también existe otra estrofa que dice:
“Te brindé la mejor de las suertes. Me propuse no hablarte ni verte. Y hoy que has vuelto, ya ves solo hay nada. Ya no puedo ni debo quererte. Ya no te amo. Me he enamorado. De un ser divino. De un buen amor. Que me enseñó a olvidar. Y a perdonar”.
Con el amor inspirado por un ser divino que le enseñó a olvidar, Juan Gabriel describe impulsado por una fuerza que viene desde lo más profundo de su alma que a ese anterior amor de la protagonista ya no queda nada, es más lo perdona, puesto que consiguió alguien que sabe amar y la ayudó a olvidar. De los cien millones de discos vendidos en todo el mundo, y más de 1800 canciones compuestas por él, la más bella fue ésta, interpretada por Isabel Pantoja, quien más que ella para cantar su propia historia con mucha sensibilidad, impactando al público de habla española convirtiéndose en un gran clásico. Me permito invitar a damas y caballeros escuchar detenidamente esta obra musical que nos transporta al otro lado del alma, el lado del amor, de la pasión, del sentimiento, esa parte que en algunas personas aún permanece dormida, inspirada por la historia real cantada por la protagonista Isabel Pantoja, relato que le puede ocurrir a cualquier persona.
Hago mención especial a la muy sentida canción ‘Amor eterno’, donde Juan Gabriel manifiesta su considerable amor y respeto a su madre, dado a que no pudo estar con ella en sus últimos momentos como él mismo canta en la estrofa: “Oscura soledad estoy viviendo yo, la misma soledad de tu sepulcro, tú eres el amor del cual yo tengo el más triste recuerdo de Acapulco”, y según sus palabras está dedicada a todas las madres del mundo.