Punta de lanza: Los colombianos que vamos hacer ¿Con Santos?

Por Senen Gonzalez Velez

A este tenebroso sujeto, de nobel comprado, y de la presidencia también, se le ha dicho y hecho, toda clase de señalamientos, y en todos los tonos y lenguajes, habidos y por haber, y resulta que tanto la piel, como la conciencia de Juan Manuel Santos Calderón, son impermeables, a cualquier justo insulto, así se remita al vientre que lo albergo.

Es el prototipo de criminal, que asesina la patria, y va al funeral, con lágrimas en los ojos, para hacerle peregrinaje al duelo.

Es el autor intelectual para el acometimiento de cualquier tipo de disparates, bien sea, ordenando a sus lacayos, para que le tuerzan el cuello a la razón, a la justicia, o la dignidad de la patria, con tal de abrirle paso a sus perversas intenciones ideológicas, comunistas.

Dicen, que todo, lo que está ocurriendo al país, esta orquestado por él, sin que nadie lo vea, pero todo saben que es él. Y, aun así, el tartufo, anda suelto de madrina, como si el daño moral, físico, y a las finanzas del estado, jamás hubieran tenido resonancia alguna. – Y…nuestro querido Duque, que puede estar haciendo maravillas en lo internacional, no se ocupó, ni se ocupará de su antecesor, pensando que esa política de indiferencia hacia Santos, es la mejor postura para evitarse líos futuros.

¿Acaso no es mejor defender el honor de la patria desde adentro, liderando un juicio contra quien se tiró el país, en lugar de hacer las veces de sepulturero, o de recogedor de cenizas, aplicando la ternura de la prudencia? Eso es absurdo. Debió haberlo denunciado ante las cortes internacionales, sobre todo, sabidos en Colombia, que la política exterior, me refiero a Duque, es admirable, mejor que la interna. Ha debido mover, cielo y tierra, todas las instancias, para encerrar a ese sinvergüenza de expresidente, que odia visceralmente la democracia.

El país admiraría más a Duque, si hubiera tenido los pantalones para enfrentar a Santos abiertamente. Estoy seguro, que el pueblo lo hubiera acompañado. Pero no, fue y es, muy pusilánime, y generoso, para con quien mañana, cuando deje el cargo, Santos se volverá su cuervo, que tratara de sacarle los ojos. O… esto que ocurre actualmente, es todo un teatro montado en tarimas de humo, para evidenciar un perfecto complot, o es que el terror de Santos ha llegado a tal extremo, que aplica hasta la intimidación psicológica a través de las FARC, para poner en jaque, a todas las cabezas de las dependencias del estado.

El poder hipnótico de Santos, es tan alto, que no hay un solo juicio, denuncia, comunicado, que haya salido, para proponer tan si quiera un juicio político, contra este terrorista de la constitución y las leyes de la patria. Todo lo contrario, contaminó las cortes, la justicia, fuerzas armadas, iglesia, derechos humanos, para darle visa, a la corrupción, y la violación del estado de derecho, con la participación de unos Magistrados corruptos, comprados por Santos, para que fallen en dinero, y, no en derecho, como una forma de servirle a la causa comunista. Son cortes que actúan en la sombra. Que visten la toga del diablo, antes que honrar el equilibrio y la ley de Dios. Una muestra, los salvamentos de votos, (caso Uribe) expuesta con valentía por parte de algunos magistrados decentes, verdaderos juristas, que, por indignación, y ser contarios a los prevaricadores de la justicia, se opusieron a quienes fallan a beneficio de la política.

Esa que les exige Santos, a su camarilla de borregos que los lleva y trae de cabestro. Se pasan por la faja, las razones jurídicas, para crear sentencias políticas. ¿Qué vamos hacer con Santos entonces?.

Sengove.-