Por Alfonso Elías Bermúdez
Children Change en Colombia es una fundación de origen londinense, sus objetivos: defender los derechos de los niños y adolescentes desamparados, que se encuentran en mayor riesgo y excluidos, protegiéndolos del peligro inmediato, ayudándolos a resolver las dificultades originadas por obligaciones desatendidas, acompañar y fortalecer otras organizaciones que se esfuercen por el bienestar para los niños. De los 49.9 millones de colombianos, cifra del Dane, el 28% son pobres, alcanzando el 43% en áreas agrícolas, cuatro millones viven en pobreza extrema, y en zonas rurales la cifra alcanza el 18%, de acuerdo a estudios previos realizado por Children Charge.
Estas debilidades de nuestro país origina todo tipo de problema social, para la fundación lo más importante son los niños y adolescentes. La educación es crucial para erradicar la pobreza, capacitando al niño fortalecemos al adulto, debe ser la consigna de cualquier ministerio de Educación en el mundo, pero veamos las cifras de Colombia, según la fundación actualmente en la franja de edad entre los 14 y 28 años el 33% (4.200.000) no están trabajando pero tampoco estudian, es claro que las autoridades no cumplen, pues en Colombia el Código de Infancia y Adolescencia en su artículo 28 señala: “Los niños, las niñas y adolescentes tienen derecho a una educación de calidad, esto es obligatorio para el Estado, un año de preescolar y nueve de educación básica”. Actualmente, 1.3 millones de niños y niñas colombianos (11% del total de niños y niñas del país) no reciben ningún tipo de educación formal, de acuerdo a Children Change, las razones son múltiples, explica la organización, empezando por la pobreza extrema que afecta a la población, siguiendo con las barreras para impedir la escolaridad en los infantes, por discapacidad, las fronteras invisibles controlados por pandillas que impiden el traslado de los infantes a la escuela, largas distancias y la falta de infraestructura en las áreas rurales y barrios periféricos, la violencia que genera los abusos físicos y sexuales, intimidación dentro la misma escuela, terroristas que reclutan niños obligándolos a transportar drogas y armas, precisamente en estos temas se enfoca la Fundación Children Charge, que a través de este comentario queremos resaltarlas, dado la calidad de trabajo que con mucho esfuerzo realizan en beneficio de los niños y adolescentes, que viven en las veredas rurales, en los barrios marginados donde no llega los servicios de agua, ni de luz ni gas, menos tiene derecho a ir a una escuela, ahí es donde precisamente estas personas humanitarias que conforman la fundación trabajan, en asocio de otras organizaciones, como por ejemplo con la Fundación Carvajal han realizado trabajos en educación en Buenaventura, han realizado proyectos prácticos relacionados con la violencia contra niños y niñas en asocio a Corpolatina, tratan de mejorar un mejor acceso a la educación de los niños más vulnerables de Colombia específicamente en el Choco, aliados con Acadesan (Organización étnico-territorial afrocolombiana) están también con el proyecto El Origen en La Guajira donde extienden la educación a distancia a la comunidad indígena aplicando tecnología, a propósito y de acuerdo al Departamento Nacional de Planeación, La Guajira pasó de recibir $71.485 millones a $160.000 millones por concepto de regalías y aún siguen muriendo niños por desnutrición. Preguntamos este dinero más lo presupuestado por el Estado para invertir socialmente en la península, que se hacen? Con los desplazados por la violencia, la fundación es protagonista, los desplazados suman alrededor de 6.8 millones de personas, representan casi el 16% de los desplazados internos de todo el mundo, más de la mitad viven en asentamientos urbanos informales bajo el umbral de la pobreza, casi el 48% están entre los 6 y 25 año. Esta labor de la fundación no es fácil, es muy compleja, en esta columna nos permitimos exaltar la labor titánica pero muy amorosa de Blanca Guerra, Juan Sebastián Londoño, Ángela Carreño, Carol Betancourt, Victoria Armfield, Rebeca Schlefinger y dos practicantes, Jehová Dios les ilumine su camino para el amoroso cumplimiento de su Misión. si por alguna circunstancia personas o entidades quieran colaborar, la fundación está ubicada en Bogotá Cra. 5 No. 67 -84 Oficina 302. Teléfono 3122988980.









