Para los investigadores ya está casi claro que el entramado que se montó para otorgarle el contrato del MinTic a la UT Centros Poblados y posteriormente girar el anticipo de $70.000 millones, para llevar internet a 7.000 colegios públicos en zonas rurales del país, no solo se fraguó desde fuera del Ministerio sino también desde dentro, es decir, en complicidad con algunos funcionarios de alto y bajo rango.
Las suspicacias que generan para los investigadores tanto funcionarios del MinTic como Centros Poblados, tienen en el foco del análisis, entre otros, al ex viceministro Iván Mantilla que llegó de la mano de la ex ministra Silvia Constaín, pasando por otros ex funcionarios cercanos a la ex ministra Abudinen que renunciaron una vez estalló el escándalo.
Pero sin duda, las investigaciones, luego de destaparse el entramado mafioso, al cual ayudó el testigo estrella de la Fiscalía, Juan Carlos Cáceres Bayona, representante de la empresa Novotics, quien explicó que el verdadero dueño de Centros Poblados es Emilio Tapia, que como se sabe fue el estructurador de todo el entramado para defraudar al Estado, pero claro, no lo hizo solo, detrás de este brillante ‘empresario del mal’ hay todo un grupo de empresarios y poderosos políticos, sobre los cuales hay sospechas.
Sin embargo será el mismo Tapia con sus declaraciones, quien dé los nombres de esos ‘buenos muchachos’, que se anticipa, son integrantes de poderosas castas de la Costa, al parecer del partido Liberal y de Cambio Radical. Por ahora está creada la expectativa pero mientras tanto, los verdaderos implicados seguirán con el lomotil en la mano.
¿Por qué ahora se encuentra en la mira de los investigadores el ex ministro Iván Mantilla, cuyo nombre no sonaba en un principio en el escándalo de Centros Poblados con el MinTic?.
Conocedores de la contratación pública advierten que el problema de la conectividad en Colombia se venía tratando desde el año 2014, y es cuando aparece entonces el ex viceministro Iván Mantilla, quien es un ingeniero con maestría y doctorado de universidades muy reconocidas en el tema de la conectividad y las nuevas tecnologías a nivel mundial.
Mantilla trabajaba en el área Técnica de Digitalización y Comunicaciones, ocupando la subdirección del Departamento Nacional de Planeación, DNP, lo que lo acreditaba con unos conocimientos tecnológicos y académicos del tema.
Este ingeniero al inicio del gobierno Duque pasa al Ministerio de las Nuevas Tecnologías y desde allí lo que él mismo había estructurado y pasado por los Conpes durante su gestión en el área técnica de Digitalización y Comunicaciones del DNP, empieza a perfilarse como un proyecto del MinTic.
Como se sabe, Mantilla se dio a conocer prácticamente como un genio de las tecnologías y del área de digitalización y llegó como viceministro de Silvia Constaín, ministra de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que entre otras pasó por su cargo dejando más penas que gloria.
Es en ese momento cuando el Ministerio de las TIC a través de Mantilla comienza a gestionar y conseguir los recursos, ubicándolo en principio dentro del marco del Conpes; segundo se estructura como proyecto; tercero asignándole recursos; y como cuarto punto, estructurándolo desde el punto de vista tecnológico y administrativo desde el viceministerio de las TIC.
Se enfatiza que Mantilla fue viceministro hasta febrero de 2021, pero hay que recordar que en el mes de diciembre de 2020 se adjudica la licitación y se advierte que fue el propio viceministro quien llevó al área técnica a un amigo personal, quien actuó como cabeza del grupo evaluador de las propuestas.
Las preguntas que saltan a la vista son: ¿Cómo es qué estos señores dejaron pasar unas elementalidades técnicas y tecnológicas, considerando la formación profesional de avanzada del viceministro Mantilla?¿Cómo el ex viceministro siendo un doctor en nuevas tecnologías no se da cuenta de las cuestionables competencias técnicas de unos proponentes para ejecutar unos proyectos de telecomunicaciones? ¿Por qué mantuvieron hasta después de la adjudicación a Iván Mantilla en el viceministerio? Estas y otras preguntas son las que la Fiscalía y demás autoridades deberán ir clarificando para conocer la génesis de este entramado mafioso que se apropió de recursos del Estado para enriquecerse.
También hay que decir que las especulaciones dentro del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones advertían que Iván Mantilla y su equipo evaluador era cuota política del ex presidente Gaviria o de su hijo Simón, pero otros más avezados aseguraban que eran cuota de Mauricio Gómez Amín, este último consultado porque alguien llamado Mauricio haría parte del entramado, a lo cual respondió el dirigente político barranquillero, que no se trata de él sino de un homónimo de un tío suya de apellido Amín. Lo que sí dejó claro que es amigo del alma de la ex ministra Karen Abudinen y defendió la caducidad y honorabilidad de Karen.
Otra pregunta que ronda en la cabeza de conocedores y legos en la materia, es ¿por qué el nombre de Iván Mantilla hasta hace poco no era considerado en el entramado mafioso, que hoy tiene millonarios recursos públicos feriados en apartamentos, préstamos, vehículos de alta gama y giros a Dubai?
Esta trama apena empieza a desenredar el ovillo, cuyo máximo cabecilla, Emilio Tapia, amenazó con develar a quienes lo acompañaron en este entresijo mafioso que hoy mantiene la audiencia del país a la expectativa, esperando que la justicia actúe y lleve a los estrados a todos los responsables de esquilmar el bolsillo de todos los colombianos y que dejaron en la desesperanza a miles de niños que confiaban en poder conectarse a la internet.
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