Agosto 5 1903: EEUU soborna a Lorenzo Marroquín

Según diversos autores, Marroquín, presidente del Congreso, recibió dinero de EE.UU. para que ese cuerpo legislativo, rechazase el Tratado Hay-Herrán

Estados Unidos pretendía un dominio total y absoluto sobre toda la zona, amén de no pagar el dinero del Tratado y por eso el soborno

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El 5 de agosto de 1903, el Congreso colombiano, presidido por Lorenzo Marroquín, hijo del presidente, decidió rechazar el Tratado Hay-Herrán que contemplaba que Estados Unidos, además de un pago de diez millones de dólares al país, respetaría en muchos aspectos su soberanía.

El tratado contemplaba aparte del pago, que Colombia cedería solo una franja de seis millas de ancho a los constructores del canal y que tales derechos concedidos no afectarían «la soberanía de la República de Colombia» y que habría «una jurisdicción especial sobre la Zona del Canal ejercida por tribunales mixtos colomboamericanos», además de La neutralidad del Canal de Panamá.

Se dice que el Tratado Hay Herrán era lesivo, que violaba la soberanía y los intereses de Colombia y que por eso, el Congreso debería rechazarlo. Sin embargo, después se firmaría un convenio aún peor y Colombia saldría aún peor librada

Diversos escritores nacionales como Eduardo Lemaitre y Mariano Ospina Peña y Fernando Araújo Vélez señalan que Estados Unidos pretendía un dominio total y absoluto sobre toda la zona, amén de no pagar el dinero y por ello, procuraron que en lugar de pagar los diez millones de dólares, Panamá se independizase.

Según ellos,  el gobierno de Estados Unidos sobornó con 40.000 dólares al presidente del Congreso, Lorenzo Marroquín -el hijo del primer mandatario- para:

1-Nombrar un gobernador en Panamá, que fuese partidario de declarar la independencia del istmo. (Y de hecho fue nombrado José de Obaldía, amigo de la separación y muy cercano a los Marroquín) y

2-Conseguir que el Senado rechazase el Tratado Hay-Herrán, para que entonces Panamá declarase su independencia con el apoyo de Estados Unidos,

Esto, ya se sabía que sucedería desde tiempo atrás. El embajador norteamericano en Colombia, Arthur M. Baupré unos meses antes, había aludido a esa posibilidad.

El 9 de junio, dos meses antes del rechazo de la negociación, el diplomático había señalado:

-Si Colombia rechazara ahora el tratado o retardara excesivamente su ratificación, el amistoso entendimiento entre las dos naciones se vería tan seriamente comprometido, que la acción que pudiera tomar el Congreso el próximo invierno, la lamentaría cualquier gobierno amigo de Colombia- lo que habla bien claro de las intenciones de Estados Unidos

Lo demás, ya es historia conocida.

Con tales artimañas, el presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, le ahorraba a su país el pago de los 10 millones de dólares acordados en el tratado, que quedaron reducidos ahora mediante el soborno, a solo los 40.000 que recibió Lorenzo Marroquín.

El propio Roosevelt tiempo después, hablaría del asunto con jactancia:

-Me tomé el Istmo, comencé el Canal y luego hice que el Congreso, en vez de objetar el Canal, me objetara a mí- dijo 

La revista Semana ratificaba la historia

-Para efectuar la «revolución de Panamá» se repartieron dólares a granel. Se sobornó a Lorenzo Marroquín, hijo del primer mandatario, para designar a José de Obaldía como Gobernador de Panamá, lo que equivalía a «darle las llaves al ladrón» ya que este senador nunca había ocultado sus intenciones separatistas e incluso afirmaba que «no me importa ser súbdito de Colombia, de los Estados Unidos, de China, con tal de que mis novillos se vendan bien». Se concedió una pequeña fortuna al general Esteban Huertas para que, junto con el Batallón Colombia, se pasará a las filas de los conspiradores y apresara a los generales colombianos que habían llegado al Istmo el día 3 de noviembre. Se compró al coronel Torres en Colón por ocho mil dólares para que abandonara sus intenciones de defender la soberanía colombiana y regresara a Cartagena- indica la revista  

Lo de la corrupción del Lorenzo Marroquín -el presidente del Congreso e hijo del primer mandatario de la República- también es bastante conocido. Fue obligado a renunciar de su cargo como funcionario de la embajada colombiana ante El Vaticano, pues le cobraba a los feligreses por conseguirles una entrevista con el Papa.

El embajador, Joaquín F. Vélez lo expulsó de la delegación cuando se enteró de que le había cobrado a algunas damas por conseguirles una cita con el Pontífice.

-Era necesario hacerlo- diría después el diplomático en relación con la expulsión del hijo del presidente.

Fuente: tomado de pepecomenta.com

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