Según las primeras versiones, desconocidos dejaron un artefacto explosivo en la esquina de una casa, que actualmente funciona como casa cural de la parroquia.
Posteriormente, según contaron las autoridades, fue activado este artefacto de manera remota, cuando algunos uniformados se encontraban haciendo un recorrido de patrullaje por el sector.
La explosión irrumpió la tranquilidad en el casco urbano, especialmente de los vecinos que descansaban, causando afectaciones a la infraestructura y graves daños al vehículo parroquial.
La iglesia católica ha pedido a los actores armados, que por favor cesen sus ataques y que los aparten del conflicto armado, pues su misión es evangelizar sin hacer daño a nadie.
Por ahora, las autoridades investigan qué grupo subversivo pudo haber atacado así el casco urbano de Hacarí, que hace parte del Catatumbo donde convergen más de tres grupos armados.
D.A.