La pandemia por la emergencia sanitaria actual ha sido asociada a varios retos en salud, entre esos el síndrome metabólico, el cual se caracteriza por la presencia de prediabetes en conjunción con otro factor de riesgo para enfermedad cardiovascular, como hipertensión, obesidad o dislipidemia, así lo dio a entender la Organización Panamericana de la Salud, OPS. Es por eso que el día de hoy, expertos en el área de la salud explican más a detalle lo que conlleva estas patologías.
El doctor Gilberto Castillo, médico internista y cardiólogo, asegura que, las personas que padecen de SM “se caracterizan por tener una circunferencia abdominal aumentada, lo cual se prolifera con el incremento de grasa a nivel intraabdominal. Esto puede asociarse con niveles elevados de triglicéridos, cifras de presión arterial más altas de lo normal, colesterol bueno reducido y valores de azúcar en la sangre altos. Tales componentes constituyen el síndrome metabólico y el gran problema es que las personas que los padecen tienen un riesgo más alto de volverse diabéticas con el tiempo y de una mayor mortalidad de causa cardiovascular”.

Cabe resaltar que, la obesidad, el síndrome metabólico y la diabetes mellitus tipo 2 son tres enfermedades interrelacionadas que comparten mecanismos de aparición y evolución y que con frecuencia se van combinando sucesivamente y ocasionan complicaciones cardiovasculares. “Pueden existir personas obesas que se encuentran metabólicamente sanas, pero los estudios han demostrado que prácticamente la mitad de las personas con problemas de obesidad que no tienen estas alteraciones, terminan presentándolas al cabo de algunos años”, aclaró Castillo.
Por otro lado, el doctor José Zamorano, cardiólogo, destacó que, “la diabetes es una enfermedad cardiovascular. El diabético suele ser un enfermo con pluripatología que incrementa el riesgo cardiovascular. Además, tiene más factores de riesgo como la obesidad o la hipertensión. Y claro no hay que olvidar la dislipemia aterogénica, que sin duda agrava el riesgo de padecerla”.

De acuerdo con la Revista Española de Cardiología, se debe considerar que la enfermedad cardiovascular es causa importante no sólo de mortalidad, sino también de morbilidad, tanto en los países desarrollados como en aquellos en vías de desarrollo. El síndrome metabólico es un factor de riesgo independiente para la enfermedad cardiovascular, pues no sólo aumenta su prevalencia, sino que también influye en su severidad y pronóstico.
Por lo anterior, resulta fundamental generar hábitos de vida saludables como una buena dieta o un plan de ejercicios de manera continua. “Es importante que el paciente entienda su problemática, y que se proponga una meta para cambiar algo en su vida”, así lo señala el Jorge Castillo, especialista en Medicina Interna y Endocrinología.
Asimismo, el experto agrega que “hay que hacer un adecuado tratamiento del azúcar, si no se es diabético es importante tener un adecuado control del colesterol, pues cuando se controlan estos factores, que hoy son una de las principales causas de muerte en el mundo, y a esto se le suma quitar el cigarrillo, controlar la presión, y realizar una caminata de al menos 30 minutos cinco veces a la semana, se puede impactar de manera adecuada la mortalidad de estos pacientes”.
A esto se suma, “utilizar estrategias capaces de concienciar al paciente de la necesidad de un tratamiento crónico para el control de su enfermedad, apoyadas por un equipo interdisciplinario que actúe de forma integrada y maneje todos los instrumentos disponibles según el conocimiento actual de la enfermedad. Por lo tanto, cuando la enfermedad ya está diagnosticada, debe haber cumplimiento no sólo de la medicación, sino también de las citas médicas de control que sean asignadas, el seguimiento debe estar en cabeza del médico internista, con acompañamiento de acuerdo con la condición del paciente por el cardiólogo, neurólogo, endocrino, nutricionista, psicólogo, terapias físicas, y todas las disciplinas pertinentes que ayuden al paciente al control de factores de riesgo”, así lo señala la doctora Tatiana Espinosa, presidente de la Asociación Colombiana de Medicina Interna.








