- El juez ordenó la captura inmediata de la ex rectora para que purgue la condena en un establecimiento carcelario que deberá determinar el Inpec.
Por su responsabilidad en los hechos de discriminación contra el estudiante Sergio Urrego, la rectora del Colegio Castillo Campestre, Amanda Azucena Castillo, fue condenada a 10 años y 8 meses de cárcel por el juez 43 de conocimiento de Bogotá.
De acuerdo a la sentencia tomada por el juez, se le impuso una multa de 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes que deberán ser pagados antes de los próximos dos meses. Además también quedó inhabilitada para ejercer cargos públicos por el mismo periodo en el que estará privada de la libertad.
Asimismo el juez ordenó la captura inmediata de la exrectora para que purgue la condena en un establecimiento carcelario que deberá determinar el Inpec.
La exrectora, explicó el togado, no cumplió con los requisitos exigidos para que se le hubiese otorgado la prisión domiciliaria.
Los delitos por los cuales fue sentenciada la ex rectora son falsa denuncia y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio, dentro del proceso que se realizó por el suicidio del joven Sergio Urrego.
Se recordó en la lectura del fallo que la entonces rectora ejerció una presión indebida sobre Sergio Urrego y su pareja Danilo Pinzón, las cuales lo afectaron gravemente.
Así lo expresó el juez: «La posición que ocupaba en la sociedad para el momento de los hechos la procesada, (Amanda Azucena Castillo Cortes), quien tenía a su cargo la formación de niñas, niños y adolescentes, que su actuar corresponde a hechos completamente reprochables y es desde su cargo, donde se orquestó el accionar ilícito que conllevó en el caso de Danilo Esteban Pinzón a apartarlo no solo de su pareja sentimental sino también de su entorno escolar, de sus amigos y quien en últimas se logró graduar en condiciones totalmente irregulares».
Agregó el operador judicial que: «tal y como él dice después de mucho sufrimiento, acciones que dejaron afectaciones en su vida y que al día de hoy, no ha logrado superar a pesar de su adultez mientras que, frente a Sergio David Urrego fue el actuar desproporcionado, prejuicioso, discriminatorio en el que fue segregado en razón de su orientación sexual y tal cómo se advierte en la autopsia psicológica practicada por la doctora Ingrid Tatiana González Pardo, la falsa denuncia fue el detonante para que una mente brillante con tal solo 16 años, como la de Sergio había forjado un pensamiento maduro en su vida».
El juez fue mucho más allá de su decisión y advirtió que: «la deshumanización del sistema educativo y la presión de que fue víctima» llevaron a que el joven de 16 años tomara la decisión de quitarse la vida el 4 de agosto de 2014.











