Si bien los efectos fiscales de la reforma tributaria presentada por el Gobierno al Congreso de la República, en su mayoría se empezarán a ver en el 2022, la reforma podría tener repercusiones en la recuperación económica y por lo tanto en las cifras financieras de las empresas.
Adicionalmente, propuestas como el incremento en la tarifa de impuesto a los dividendos, la eliminación de la exención de aportes a pensiones voluntarias y la sobretasa temporal al impuesto de renta para personas jurídicas, no son buenas noticias para el mercado de renta variable local.
Así lo precisa un informe de Corredores Davivienda que precisa además que los planteamientos del proyecto, y en particular los relacionados con el IVA y sobretasa a los combustibles podrían derivar en impactos al alza sobre la inflación que serían de carácter temporal. No obstante indica que la magnitud del impacto dependerá de lo aprobado por el Congreso.
En el análisis se muestra que del lado de renta fija sobresale la eliminación de la retención a utilidades para inversionistas extranjeros en deuda pública que sin duda tendrá un impacto positivo al fomentar la entrada de flujos de este tipo de inversionistas.
El grupo de analistas además considera negativa la aprobación de una sobretasa al impuesto de renta de 3% durante los años 2022 y 2023. “Esta medida es negativa para el mercado, pues mitiga el beneficio de la reducción gradual del impuesto que se había aprobado en la anterior reforma”, aseguran.
Sobre el impuesto a los dividendos afirma que es un hecho es desfavorable para la inversión en acciones, y en particular constituye un desincentivo para las personas naturales.
Según el documento, uno de los mayores incentivos al crecimiento de los aportes a Fondos de pensiones voluntarias lo constituye el beneficio tributario actual en términos del impuesto de renta para las personas naturales. Al eliminarse este beneficio estiman que el impacto se daría por dos vías: 1. Desincentivo para el ahorro vía Fondos de Pensiones Voluntarias lo que podría impactar la generación de ingresos por comisiones para las AFPs y demás administradoras de este tipo de fondos. 2. Menores volúmenes de negociación en el mercado de renta variable dado que cerca del 15.1% de los aportes realizados a este tipo de fondo son destinados a la compra de acciones en el mercado local, lo cual podría limitar el desarrollo de este. Actualmente en promedio los aportes mensuales a pensiones voluntarias son cercanos a los $260 mil millones.
Manifiestan positivo es que no se esté considerando en la propuesta un impuesto de renta diferencial sobre el sector financiero como lo ha propuesto un sector político, pues esto podría tener repercusiones negativas en el valor justo de los bancos. “Un impuesto de 36% en los bancos impactaría la utilidad neta en -4% y el Precio Objetivo entre un 4% y 5%”, anotan.
“Esta propuesta representa un claro compromiso del Gobierno Nacional de ajustar las cifras fiscales del país durante los próximos años, algo que consideramos clave para los inversionistas locales e internacionales y para las calificadoras de riesgo, en un momento en el que mantener la confianza y credibilidad es determinante para seguir atrayendo flujos de inversión que ayuden a cubrir las altas necesidades de financiación del país”, puntualiza el análisis.