Se trata de un inesperado giro para los investigados en una causa que lleva años atorada, y de la que, aún, no se conoce cuándo acabará esta novela judicial que ha generado la disputa por el control de la Universidad Metropolitana y el Hospital Metropolitano, la cual ha tenido un elenco con muchos protagonistas en diferentes escenarios, pero que el capítulo más reciente fue el protagonizado entre Luis Fernando Acosta Osio, el exsenador Eduardo Pulgar y un exjuez de la república, donde a este último le tocó salir del país por amenazas contra su vida, por atreverse a denunciar un hecho de corrupción contra estos dos.
A la fecha el exsenador está privado de la libertad en la cárcel La Picota de Bogotá, por intentar sobornar al exjuez de Usiacuri con «200 barras», para que este favoreciera a su amigo Luis Fernando Acosta Osio, en un fallo judicial y así seguir controlando las instituciones en disputa.
Acosta Osio hoy está siendo investigado por la Fiscalía 4 Delegada ante la Corte Suprema de Justicia por supuestos actos de corrupción, hechos, que al parecer lo encuadran como determinador de los delitos que hoy tienen a su amigo Eduardo Pulgar en un espacio de 2×2 sin poder ver la luz del sol, sin disfrutar de grandes banquetes, sin jugar su «deporte» favorito -peleas de gallo-; pero lo más atónito de esta novela según las víctimas, es lo distante que está el actuar de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, que una vez tuvo conocimiento del actuar del exsenador, procedió a investigarlo de oficio, frente al actuar de la Fiscalía General de la Nación conforme a lo que le compete respecto al Señor Acosta Osio, y que al parecer, solo quedan rastros de una relación fracturada entre los protagonistas, cada quien busca como salvarse, por lo que de aquella amistad poco o nada queda.
Los personajes del elenco de este capítulo hoy están con los nervios de punta, por lo que pueda decir el confeso ex senador a las autoridades, y sacar a flote a los demás actores que por su papel, no menos importante, eran poco visibles, pero que su libreto fue trascendental en algunas escenas del capítulo de los grandes amigos de las barras.
En medio de todo lo mediático y polémico que ha sido este caso, el Fiscal General da un zarpazo que golpea a la seccional de fiscalías del Atlántico, pero bueno como toda novela, nace un nuevo capítulo y en este vuelve a tomar protagonismo la cuestionada Fiscal 58 de Patrimonio Económico de Barranquilla – Dannys de la Cruz Arteta, la Fiscal que con maniobras poco usuales, intentó archivar la investigación penal contra los Directivos de la Unimetro, quienes según las víctimas se apoderaron de manera ilegal de la Universidad Metropolitana y la Fundación Hospital Universitario Metropolitano.
Este personaje retoma su papel protagónico ahora que el Fiscal General de la Nación Francisco Barbosa decide apartarla de la Investigación, al parecer por los hechos de corrupción que rodean este caso en la ciudad de Barranquilla, mismos de los que también está siendo investigada la Dra. De la Cruz por un Fiscal delegado de la Unidad de anticorrupción.
En conversación con una de las víctimas, Ivonne Acosta Acero, manifestó a este Diario que «esta solicitud se la hice al Fiscal General de la Nación Francisco Barboza que se llevará el caso para Bogotá y se lo asignará a un fiscal de su más alta confianza, debido a que no teníamos las garantías en la ciudad de Barranquilla, para que se llevara a cabo una investigación exhaustiva de los supuestos delitos cometidos por los Señores Alberto Acosta Pérez, Juan José Acosta Osio, Luis Fernando Acosta Osio, María Cecilia Acosta Moreno y Gina Eugenia Diaz Buelvas, al apoderarse de forma de la Universidad Metropolitana y la Fundación Hospital Universitario Metropolitano, por lo que estando el caso en manos de un fiscal de la ciudad de Bogotá, como víctimas nos brinda un poco de tranquilidad que la obligación y el deber de la fiscalía no va ser permeada por el fantasma de la corrupción, y estos señores que se creen sin Dios, ni ley, paguen todo el daño que le han hecho a las instituciones, que con mucho amor, mi padre y mi madre quisieron dejarle a la comunidad Barranquillera y la Costa Caribe, legado que me encomendaron en vida, y que estos señores me despojaron de manera ilegal.»
Así va la novela que a la fecha ha tenido como protagonistas entre otros a dos Magistrados de la Sala Penal del Tribunal Superior de Barranquilla, Ministros, jueces fiscales, a ex convictos condenados por corrupción, y a la espera de un nuevo capítulo.