De luto el folclor vallenato, murió Jorge Oñate

Tras superar el COVID-19 y batallar contra sus graves secuelas, el reconocido artista vallenato Jorge Oñate murió en una clínica de Medellín.

El Jilguero de América, Jorge Oñate, murió a las 12:30 de la madrugada de este domingo.

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El artista vallenato batalló más de un mes por su vida. El pasado 18 de enero ingresó con un cuadro de infección respiratoria a la Clínica Cardiovascular del Cesar y con los días se fue agravando. Al principio, la clínica solo se hablaba de una afección respiratoria, pero con los días se confirmó que el maestro había sido contagiado con el nuevo coronavirus. Incluso, Oñate superó el COVID-19 gracias a todos los cuidados médicos que le brindaron desde la UCI COVID-19 y fue trasladado a una UCI coronaria, pero las secuelas dejadas por la enfermedad en sus órganos supusieron un reto enorme para el personal médico y para el mismo cuerpo del cantante, que no resistió.

El cuerpo del maestro JORGE OÑATE (Q.E.P.D.) llegará a Valledupar el día de hoy a las 3 P.M. La familia del maestro Oñate regresará igualmente a Valledupar abordo del avión de Silvestre Dangond que amablemente colocó a disposición.

Se recomienda a las personas que asistirán al Aeropuerto de Valledupar y a los difeentes homenajes que recibirá «El Jilguero de América», hacer uso del respectivo tapabocas e implementar y cumplir los protocolos de bioseguridad.

Oñate fue trasladado en un avión ambulancia el miércoles, 24 de febrero, al hospital Pablo Tobón de Medellín, donde recibiría atención especializada debido a su múltiples complicaciones: por la COVID-19. La enfermedad e había dejado secuelas en el páncreas y el hígado, entre otro órganos.

Desde que se conoció la noticia de la convalecencia de Oñate, la incertidumbre se respiraba dentro del gremio del vallenato.

Colegas como Iván Villazón, Poncho Zuleta, Peter Manjarrés, Silvestre Dangond, entre otros, pidieron seguir orando por el Ruiseñor del Cesar. Mientras tanto, la salud del intérprete, de 71 años, se complicaba mucho más cuando se conoció que, además de la infección respiratoria, padecía problemas de problemas de presión, azúcar y estaban muy afectados sus riñones.

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Se ha ido un grande

Jorge Oñate era una de las leyendas del folclor vallenato, considerado como uno de los más grandes exponentes de la mano de Diomedes Díaz, Poncho Zuleta y Rafael Orozco. De hecho, durante el 2020, el Festival de la Leyenda Vallenata le rindió homenaje. Son más de 25 Discos de Oro y 7 de Platino, los que sumó en su larga trayectoria.

El primer cantante de vallenato

Jorge Oñate puso a brillar bajo los focos la figura del cantante vallenato en los 70, una época en la que primaba que los acordeoneros fueran a la vez vocalistas. Así, en su máximo evento, el Festival de la Leyenda Vallenata, el público consideraba que quien se llevara la corona de Rey Vallenato y fuera soberano de su ritmo, debería cumplir esos requisitos.

“El Jilguero” hizo parte de los transgresores, y no fue el único ni el primero entonces, pero desafió con su canto, se convirtió en luminaria y puso una marca en la historia. Con él, la voz vallenata inició una etapa tras la que llegaron cientos de intérpretes. Una costumbre que se mantiene hasta hoy, por eso, muchos aluden a él como “El primer cantante de la música vallenata”, incluso, así se calificaba el propio artista en sus testimonios.

“Oñate marcó un antes y después del cantante en el vallenato”, contó Jaime Pérez Parodi, locutor conocido como “La Biblia del Vallenato”, quien fue animador y representante del grupo de Oñate en una temporada de la década de los 70

“Conocí a Oñate desde los años 60 en el colegio y lo volví a encontrar en el 70 cuando llegó a Valledupar con el conjunto de Emiliano Zuleta Díaz y la caja de Pablo López para participar en el tercer Festival Vallenato en el que ganó Calixto Ochoa.

Hay gente que dice que los cantantes surgieron en el 72, pero no, el cantante apareció desde el primer Festival (1968) con personajes como Miguel Yanet o Leandro Díaz, quien le cantó al acordeonero Toño Salas. En el 70 es cuando irrumpe Oñate. En esa ocasión el vencedor fue Calixto, pero el conjunto de Oñate fue declarado el mejor en el evento.

Jorge lanzó la canción Campesina Vallenata que había grabado con el maestro acordeonero Emilio Oviedo como en el 67, y después llegó su grabación con Miguel López – acordeonero del conjunto Los Hermanos López, toda una dinastía en el vallenato- del tema Berta Caldera, y ese fue su despegue. Empezaron a buscarlo para hacer un disco y lo realizaron.

En la portada del álbum se leía: “Los Hermanos López”, y en letra pequeña: “Canta Jorge Oñate”. En el 72 volvió Oñate al Festival. Se inscribió con Miguel López y el público protestaba: decían que el Rey tenía que ser completo, que tenía que tocar, componer, cantar e improvisar y que no estaba de acuerdo en que un acordeonero llevara a alguien para que le cantara.

El Festival de dicha edición, lo organizó el Dr. Alonso Fernández, un hombre que hizo una serie de cambios, innovaciones en el encuentro. Esa vez hubo desórdenes en el lugar cuando estaba tocando el conjunto de Oñate. Durante un solo del cajero Pablo López, se subió un muchacho borracho a la tarima, le quitó el instrumento, lo tiró hacia el público. Tuvieron que parar, solucionar, etc. y finalmente, ganó la corona de Rey Vallenato Miguel López.

O sea que Jorge Oñate ganó el Festival Vallenato siendo cantante. Hubo protesta, revuelo, porque mucha parte del público estaba a favor del maestro Andrés Landero quien también concursaba, y cuando anunciaron que había quedado en segundo lugar, se formó el desorden. Claro, ese hecho partió la historia en dos”.

Oñate llegó, triunfó y se quedó. El artista, oriundo de La Paz, municipio del Cesar, tiene 71 años y más de cinco décadas de carrera musical.

Poner a sonar los discos de Jorge Oñate es darse un trip por la historia del vallenato. Es encontrarse con los míticos cimientos: Alejo Durán, Leandro Díaz o Juancho Polo Valencia; con poetas autores de versos de extrema belleza: Santander Durán, Rafael Escalona, Gustavo Gutiérrez; con el ingenio de Calixto Ochoa o de Armando Zabaleta, el voltaje de creadores de cantos como Aurelio Núñez, y lo contemporáneo de Omar Géles o Sergio Luis Rodríguez.

Es gozar canciones que han sido coreadas por todo Colombia como esa que le piden siempre, que arranca: “Nunca comprendí tu amor cuando se fue de pronto” titulada No Comprendí tu Amor, o el vallenato delicioso que sabe a yuca y evoca glorias, tipo La Vieja Sara, infaltable en los festivales.

Con el gran Nicolás Elías “Colacho” Mendoza, pegaron éxitos como Ausencia, o Los Dos Amigos, vendieron discos en forma y dieron muchos conciertos. Junto al “Chiche” Martínez, a quien Oñate llegó buscando juventud en el acordeón, logró tremendos hits: Nido de Amor (que cuenta el acordeonero, fue de los cortes que metió el vallenato al interior de Colombia), Oye Tú o Canasta de Ensueños, incluidos en álbumes súper vendedores. Narra Pérez Parodi que “fue el primer cantante al que en esa época le dieron un millón de pesos”.

Su unión con el inmortal “Juancho” Rois dejó huella desplegando batazos como Lloraré o Calma Mi Melancolía. Se juntó durante dos etapas con Álvaro López actual Rey de Reyes (hijo de Miguel López de la dinastía López) y tronaron cañonazos tipo Devuélveme mis sentimientos.

Forjó, además, su alianza con los prestigiosos “El Cocha” Molina, Julián Rojas, y con jóvenes acordeoneros virtuosos que le inyectaron sangre fresca a su sonido como Cristian Camilo Peña, Fernando Rangel o Javier Matta, y surgieron cortes del voltaje de Los Amaneceres del ValleEl Plan B o El Chacho de la Película, con el mismo objetivo que se trazó el cantante desde sus inicios: enaltecer el vallenato y emparrandar la nación.

Ese largo tramo vallenato y sus proezas musicales le valieron galardones como el Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla. Recuerda el artista siempre en entrevistas que fue memorable la primera vez que lo ganó, en el corazón de los 70, anotando que cuando interpretó No Voy a Patillal, el que cantó la mayoría del tema fue el público.

“El Jilguero” siguió su racha entre maicena y marimondas se alzó con varios Congos y en 2014 le fue otorgado el Súper Congo de Oro. Otro de los premios orgullo de Oñate es el Grammy Latino a la Excelencia Musical que obtuvo en 2010. Además de distinciones, los tributos a su figura han sido infaltables.

Por nombrar algunos recientes, fue homenajeado en el Festival Francisco El Hombre de 2017 en Riohacha y en diciembre de 2019 en el Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata San Juan del Cesar, La Guajira. En 2020 la edición del Festival de La Leyenda Vallenata, que se celebra en Valledupar, había planeado ser en su honor, pero tuvo que aplazarse por la pandemia. A Jorge le han hecho también tributos como el monumento en el Parque Don Alberto en Valledupar. De hecho, en abril del mismo año se anunció que el cantante tendría su Casa-Museo en su tierra, La Paz.

El humor, la gozadera y expresiones particulares hicieron parte de la obra de “El Ruiseñor del Cesar”, populares son los conocidos como “dichos Oñatistas”, que el artista manda en sus canciones y que sus fans repiten. Frases como: “la fama y la plata es como el hambre, va y viene”, “Arrecuesta camión sin freno, cuando va en bajada no lo detiene nadie”, “El que tiene palo da con él o le dan con él”, “Bueno, y quedarán como el burro´e Cándido, recostado al cardón” o “Tigre viejo ronca sentado”, hacen ya parte del folclor vallenato, ese gran patrimonio nacional que Jorge Oñate enriqueció con su voz y micrófono.

Hasta siempre Jilguero de America Jorge Oñate. Descansa en Paz.

D.A.