*28 años dirigiendo la Danza del Paloteo Bolivariano.
Con 68 años, Luisa Elvia Orozco Solano ha pasado casi toda su vida paloteando en el Carnaval de Barranquilla, su danza el Paloteo Bolivariano es una de las manifestaciones tradicionales más representativas del departamento, en donde golpean palos cortos y gruesos para darle ritmo a la danza en representación a un combate.
“Para mí, el carnaval es la esencia de Barranquilla que tenemos y llevamos todos en el alma. Nosotros somos reconocidos como el mejor paloteo en el Atlántico y cuando yo veo al grupo en una tarima danzando, para mí es todo un orgullo”, expresó Luisa Orozco.
A los 9 años ya danzaba en el Paloteo Mixto, donde estuvo por 20 años para luego unirse al Paloteo Reformado y un par de años después al Paloteo del Atlántico. En 1993 por petición de un grupo de danzarines se crea el Paloteo Bolivariano Sur Oriental de Rebolo, que desde ese entonces han mostrado todo su talento artístico durante los desfiles de carnaval.
Ese amor que le profesa al Carnaval lo ha sabido transmitir a su hija Edaida y a todos los jóvenes que han pasado por la danza, el mismo que la llevó también a crear el Paloteo Bolivariano Infantil, que hoy es su orgullo y más grande legado.
“Yo estoy muy orgullosa de ella porque desde niña me dijo que uno tiene que hacer las cosas con amor. Nosotros nos dedicamos a enseñarle a los niños esta tradición. Mi madre se enfoca en los niños porque ella dice que ahí es donde la cultura se debe afianzar para que desarrollen su personalidad, sentido de pertenencia y responsabilidad… hoy continúo su legado encargándome de los adultos y para mí es un orgullo porque el paloteo infantil ha nutrido no solamente a la danza misma sino también a muchas modalidades del Carnaval de Barranquilla”, contó Edaida Orozco, en diálogo con LA LIBERTAD.
El grupo cuenta con la participación de 24 niños y 24 adultos, sin embargo por motivos de la pandemia se trabaja solo con 17 personas en cada categoría.
Por otro lado, la heredera de la tradición nos contó una anécdota que sin duda deja en evidencia ese gran amor por la agrupación y la cultura de su tierra. “Mi madre vendía pescado en el mercado y de ahí teníamos unos ahorros para arreglar nuestra casa y toda la gastamos para la danza para comprar las telas del vestuario para hacerla mucho más linda, y así fuimos saliendo y creciendo como grupo. Yo me siento orgullosa de ella, porque no solo es una madre que sacó a una hija adelante sino también a todo una agrupación”, contó Edaida.
La Danza ha obtenido 18 Congos de Oro, 5 Toritos de Oro del Carnaval del Suroccidente e innumerables reconocimientos, entre eso el más reciente premio ‘Vida y Obra’ por parte de la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo, gracias a su dedicación al Carnaval con más de 60 años.