Mesetas fue el escenario del crimen de Roberto Eduardo Parra Ovalle, un líder social que siempre estaba dispuesto a brindarle la mano a la comunidad y a denunciar delitos como el despojo de tierras y demás hechos criminales que perpetraban sujetos, para quienes se convirtió en una piedra en el zapato.
Roberto era oriundo de Santander y hace muchos años había llegado al mencionado municipio que convirtió en su hogar, vivía en la zona rural y allí se convirtió en víctima y testigo de hechos delictivos protagonizados, al parecer, por grupos armados.
Sin respuestas
La Policía del Meta indicó no tener información de las denuncias y que los hechos son materia de investigación. Sin embargo, pese a que las autoridades no han efectuado ningún pronunciamiento, incluido el alcalde Yonier Flórez a quien este medio consultó, pero no hubo respuesta, la familia de la víctima asegura y tiene pruebas de que todo estaba en conocimiento de los entes competentes.
El primero de enero de 2018, Parra con la voz entrecortada grabó en un video donde mostraba como le destruyeron la casa. “Esto lo hizo un grupo que se identificó como paramilitar del municipio de San Martín, al mando del señor Carlos León”, expresó en aquel entonces.
El pasado mes de junio ante este medio de comunicación, Parra denunció la tala ilegal y hurto de madera en una zona que, según él, hace parte de una reserva natural. Roberto informó al Ejército y de la Policía la situación, e incluso a la personera Deisy Olaya, a quien este medio intentó contactar, pero no fue posible establecer comunicación.
De acuerdo con la denuncia instaurada en la Procuraduría Provincial de Villavicencio, el 29 de junio dos personas conocidas como ‘Carro Viejo’ y ‘El Paisa’, al parecer habitantes de la zona, sacaron de la vereda La Paz en un vehículo varias cargas de madera, y a pesar de que fueron retenidos por personal del Ejército, habrían sido dejados en libertad por la Policía de la zona.
Estos fueron solo algunos de los hechos denunciados y que le generaron problemas y enemigos a Parra, quien no temía alzar la voz para que las acciones ilegales no se siguieran cometiendo. Infortunadamente, con varios impactos de bala lo callaron para siempre, y ahora su familia solo puedo confiar en que se haga justicia y se logre capturar a los asesinos.
Ref.Extra
#DIARIOLALIBERTAD
