Ley 115 de 1994 y Constitución Política de 1991

POR: JOSE FRANCISCO MEDINA CASARRUBIA, PARA “TEMA UNIVERSITARIO”

En el siguiente ensayo se planteará una serie de similitudes y propuestas de la educación en Colombia, para ello, veremos lo que nos dice la ley, y lo que es la realidad, esto se justifica porque no podemos seguir caminando con los ojos vendados. Si bien es cierto, que la propuesta de cómo se concibe la educación en Colombia qué encontramos en la Ley General de Educación y la Constitución Política de 1991, que, es una excelente visión de educación. No podemos pasar por alto que esa visión está lejos de ser alcanzada, nuestros gobernantes son el vivo ejemplo de que no existe una coherencia con lo que se dice y lo que se hace, pero, también planteamos una salida a esta fosa, y la escalera que nos servirá para salir no es otra que la educación, pero esa escalera no se pondrá sola, hay que construirla entre todos (docentes, familia, sociedad y Estado), solo así podremos lograr una transformación y una emancipación de la sociedad.

El artículo 67 de la Constitución Política de 1991, manifiesta: “la educación es un derecho de la persona y servicio público tiene una función social: con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura (…)”. En la Ley 115 se nos muestra una serie de formas, de cómo se desarrollarán los fines del artículo 67 de la Carta Magna. Estos fines los vemos en el artículo 5 de esa ley, algunos son: a) “La formación en el respeto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos; de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad”. b) “el estudio y la comprensión critica de la cultura nacional y de la diversidad étnica y cultural del país, como fundamento de la unidad nacional y de su identidad”. En lo anterior, se puede notar la idea de tener una sociedad pluralista, una sociedad que le dé importancia a la vida, a los derechos humanos, a la paz, y a todas esas formas para hacer posible que puedan coexistir múltiples culturas, múltiples formas de pensamiento, todo esto, se logrará a través de la educación. En nuestra realidad notamos que eso no es así, empezando primordialmente por nuestros gobernantes. No podemos separar la realidad de nuestras leyes, por eso, es pertinente hacer estas comparaciones. La educación es transformadora de la sociedad o por lo menos debería serlo, pero en un país como Colombia, la educación debe ser reivindicadora. Cuántos científicos, deportistas, cantantes, artistas, presentadores, etc., nos quitaron, quienes pudieron haber sido esos jóvenes que el Estado les quitó sus sueños, jamás lo sabremos, por ello, el Preámbulo de la Constitución Política no es una realidad. Sin embargo, debemos trabajar para transformar la sociedad, para que no se repitan estos hechos tan tristes para los y las colombianos, para educar con base en el artículo 5 mencionado. Para lograr lo anteriormente mencionado no podemos trabajar aislados de los principales responsables, los cuales son la familia y la sociedad (tomando por cierto lo que nos plantea el artículo 8 de la Ley 115, la sociedad, la familia y el Estado), en este proceso se es necesario que todos los y las niños/as accedan a una institución educativa y esto es posible debido a que la educación es concebida como un derecho en el Estado colombiano, así nos lo manifiesta el artículo 67, en el cual no dice: “la educación es un derecho de la persona y un servicio público (…)”: tenemos la herramienta (ley) para lograr una educación transformadora, pero para lograr esta transformación se necesita principalmente docentes transformadores, debemos creer y prepararnos para ser capaces de lograr un aporte significativo para el desarrollo del país.

En este mismo contexto, Mauricio Tapias Vega, también estudiante de licenciatura en ciencias sociales de la Universidad del Atlántico, en la asignatura de “Legislación y Gerencia Educativa”  con el docente Reynaldo Mora Mora (I-2020), señala, que existen semejanzas entre la “Ley general de educación (1994) y la Constitución Política de Colombia de 1991”. Los artículos sobre los cuales nos apoyamos son los siguientes: el artículo 7 de la Ley general (la familia), artículo 8 (sociedad), y el artículo 42 de la Constitución (Mora, R. Derecho Educativo. Ediciones Universidad Simón Bolívar, Barranquilla, 2010). Esta escogencia está basada en ese articulado debido a que no podemos visibilizar el papel de la familia y la sociedad en la educación de los estudiantes. Consideramos que se es necesario manifestar cuáles son sus deberes y hasta qué punto tienen la obligación de ayudar a los estudiantes. Se es pertinente recordar que somos seres sociales, la sociedad (incluyendo a la familia) tiene gran influencia en nuestros comportamientos y nuestra forma de pensar. 

“La familia es el núcleo fundamental de la sociedad, se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla” articulo 42 (Constitución Política de 1991) … “la sociedad es responsable de la educación con la familia y el Estado” artículo 8 (Ley general de educación). La familia sin duda juega un papel fundamental en la educación de los estudiantes, su motivación, su apoyo, su ayuda económica, su ejemplo, hacen posible que el niño sea capaz de aprender de una forma eficaz. La familia es responsable de la educación de los hijos, hasta la mayoría de edad, mientras ellos sean responsables le corresponde algunas cosas esenciales de la educación de sus hijos, las cuales son: “Matricular a sus hijos en instituciones educativas que respondan a sus expectativas, para que reciban una educación conforme a los fines y objetivos establecidos en la Constitución, la ley y el Proyecto Educativo Institucional”, artículo 7 (Ley General de Educación). Al momento de leer este deber de los padres y analizarlo con la realidad actual, podemos decir que somos los reyes de la oratoria, esto no sucede en Colombia, por lo menos en gran parte de su territorio. Solo las personas acomodadas con un sueldo relativamente alto, son capaces de elegir en que institución van a estudiar sus hijos, las demás familias deben luchar por un cupo en algún colegio, sin olvidar que muchas familias no encuentran cupo, sin mencionar lo precario de las instalaciones en las que los estudiantes dan clases.

Una de las dificultades más grandes en la educación, es el abandono estatal en muchos territorios por lo cual muchas instalaciones están en malas condiciones. Para solucionar el problema anterior la sociedad juega un papel fundamental, ya que una forma de participación de ella en la educación es: “fomentar, proteger y defender la educación como patrimonio social y cultural de toda la nación, la sociedad puede impulsar acciones mediante tutelas, derecho de petición, para lograr que el Estado intervenga para poder solucionar esa dificultad. Además, es un derecho de la ciudadanía “exigir a las autoridades el cumplimiento de sus responsabilidades con la educación”: artículo 8 (Ley general de educación). Podemos concebir que la educación trasciende la interacción entre el alumno y el maestro, y notamos que el papel de la sociedad influye no solo en el comportamiento del estudiante, sino que, además, tiene una importancia como (si se le puede decir así) vigilante de los derechos de una institución. Consideramos pertinente hacernos las siguientes preguntas: 1) ¿la sociedad está teniendo esta participación en la educación?, 2) ¿qué pasaría si la sociedad participara?, 3) ¿la sociedad sabe que tiene este derecho?  Hacerlas es muy oportuno, debido a que siempre hablamos de un trabajo en conjunto, en el que participen la familia, el Estado, la sociedad y las instituciones educativas, pero cómo van a participar de algo que no saben que tienen derecho. Es importante replantearnos el cómo trabajar en conjunto, se debe educar a la sociedad para que sepan de estos derechos, y, además, fortalecer este tipo de saberes con los estudiantes de décimo grado (10°) y once grado (11°) esto con el fin de lograr una sociedad más consciente y así tener estudiantes más conscientes.

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