Inmemoriam | Fernando Piñeres Royero

Recordar a Fernando Piñeres Royero, a diez años de su dolorosa partida (27 de diciembre de 2010), quien fuese nuestro gran amigo, docente y casi padre, es significarlo en el tiempo como una propuesta de lucha de vida por ser cada día más y mejor. Y así fue la trayectoria de su vida como padre, como esposo, como hijo y como hermano.

Estas fueron las interacciones que lo hacían feliz, en la cotidianidad de una clase y en la cotidianidad de la universidad. Y en este juego fue construyendo, por ejemplo, lo que el significó como el Horizonte Pedagógico Socio Crítico, HPSC, como un gestar de manera permanente las gestaciones de las conceptualizaciones alrededor de la práctica pedagógica, lo que lo llevó a trazar el rumbo de sentido desde este Horizonte a la Universidad Simón Bolívar.

En este recordar, recuerdo al Fernando intelectual, crítico, generador de opciones en torno a la identidad de la práctica pedagógica. Esto quedó plasmado en su “Bitácora”, que ideó para repensar esta práctica en los docentes de la Universidad Simón Bolívar. Desde esta perspectiva generó un campo de estudio desde el Departamento de Pedagogía de esta institución. En nuestras conversaciones cotidianas (yo fui su discípulo: él reconoció mi talento investigativo), me aseveraba que ningún aspirante a docente puede ignorar la historia vivencial y conceptual: y, este era el propósito de la Bitácora, como una arqueología de la práctica pedagógica.

A través de sus elaboraciones que legó a la Universidad Simón Bolívar y a los estudiosos de la práctica pedagógica en el Caribe colombiano, alcanzó a dejar estas huellas imperecederas, suficientes para generar en cualquier institución educativa transformaciones desde el diálogo de los saberes con la pedagogía. La recurrencia de Fernando a la práctica pedagógica, se debe a la legitimación de la exigencia que una formación determinada le hace al saber fundante de todo docente, cual es la Pedagogía. Y esto lo plasmaba en las discusiones que sosteníamos en los encuentros de nuestro Grupo de investigación en “Educación, Pedagogía y Cultura en el Caribe colombiano”, del cual fue su miembro honorable.

En nuestras discusiones, que tenía como nicho “El Centro de Estudios Científicos en Educación y Pedagogía”, en la Universidad Simón Bolívar, insistía en la apropiación de la tradición pedagógica, para hacer nuestras, y de manera contextualizadas, empezar a interactuar con ellas, para repensar y crear las nuestras. Esta apropiación tuvo sentido en esta Institución desde cuando él se propuso a generar ese Horizonte de sentido Formativo, el HPSC, que cubre su trayecto de su llegada hasta la partida en 2010. Tanto sus hijos, su esposa, sus amigos y yo, nos hemos dedicado a la reconstrucción de su Memoria Pedagógica: sus trabajos, sus asesorías, sus historias, sus encuentros y desencuentros, sus innovaciones y su disposición acumulada de saberes que lo ha ensanchado, como uno de los pedagogos preclaros de la región Caribe.

Este homenaje es hacia esta invitación: configurar una línea de trabajo, para codificar y analizar sus trazos en los diferentes espacios formativos, que supieron acogerlo, y que dejó su huella imperecedera en cada uno de los lugares, donde él supo a bien desempeñarse.

Un abrazo para la eternidad.

#DIARIOLALIBERTAD