El Gobierno estadounidense de Donald Trump y sus tropas se encuentran en alerta máxima tras los ataques con cohetes que se registraron la noche del domingo 20 de diciembre contra la embajada americana en el Green Zone, Bagdad, Iraq, mismo ataque que no logró su cometido debido a que las ondas de ráfagas del sistema anti misiles C- RAM protege la sede de la Embajada ante este tipo de ataques, por lo que lograron ser interceptados los cohetes y morteros disparados.
No obstante el ataque se perpetró, por lo que el presidente Trump lanzó advertencias contra Irán tras el mayor ataque con cohetes contra la embajada de Estados Unidos en Bagdad desde 2010: «Un consejo de salud amistoso para Irán: si un estadounidense muere, haré responsable a Irán. Piénselo», dijo.
«Nuestra embajada en Bagdad fue alcanzada el domingo por varios cohetes. Tres cohetes no se lanzaron. Adivina de dónde eran: IRÁN. Ahora escuchamos charlas sobre ataques adicionales dirigidos contra estadounidenses en Irak», dijo desde su cuenta de tuiter el presidente Trump.
El año pasado para esta misma fecha se presentó una grave situación de orden público en la Embajada de Estados Unidos en Bagdag, luego de que milicias apoyadas por Irán asediaran la sede diplomática luego de bombardeo de la USAF contra campamentos de Kataeb Hezbollah en el norte del país.
La información inicial hablaba de 8 cohetes disparados por las milicias respaldadas por Irán alrededor de las 8:30 de la noche hora local, contra la Zona Internacional en Bagdad que alberga la Embajada de Estados Unidos.
Sin embargo una revisión posterior a la acción realizada por el Comando Central de los EE. UU, Centcom encontró que el ataque incluyó muchos más misiles, y aproximadamente la mitad de las 21 armas aterrizaron dentro del complejo de la embajada de USA.
El miércoles, el presidente Trump advirtió que al menos un civil iraquí habría sido herido además de dañar el recinto de la embajada.
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