Al rey Juan Carlos I los siguen salpicando casos de corrupción

A la investigación por corrupción que lo llevó a autoexiliarse en los Emiratos Árabes Unidos, ahora se le suman otras revelaciones e indagaciones que involucran de forma directa a su familia. Por lo cual el panorama del rey emérito se complica cada vez más en España.

A la investigación de las autoridades de su país por la aparición de una cuenta en Suiza, la cual se encuentra a nombre de una fundación panameña, en la que el monarca habría recibido comisiones ilegales del Gobierno de Arabia Saudita, se sumaron otras dos indagaciones y una revelación que lo tienen en la cuerda floja. Y una de ellas involucra a su esposa, la reina Sofía, quien hasta el momento había logrado mantenerse alejada del escándalo.

Por ello en estos tres casos el rey Juan Carlos, hace unos años considerado uno de los líderes más populares de Europa, habría movido cantidades muy altas de dinero de procedencia poco clara y sin declararlo al fisco español, al parecer mediante mecanismos oscuros, utilizando testaferros, dinero plástico como son tarjetas de crédito opacas y cuentas en diferentes paraísos fiscales.

Que pasa con su inmunidad, los movimientos de estos dineros fueron efectuados después del año 2014 cuando ya había renunciado al trono, por ello no funciona su fuero como monarca, y las investigaciones podrían terminar en acusaciones ante el Tribunal Supremo e incluso en condenas. Este tema ha generado tal polémica en España. Mientras que su hijo, el rey Felipe VI, trata de alejarse del escándalo.

Una de las primeras cosas que le costó al Rey la salida de su país está relacionada con  la alemana Corinna Larsen, quien sería una de sus amantes. Pues de acuerdo a las investigaciones, el monarca sacó 76 millones de dólares de una cuenta de ahorros a nombre de una fundación panameña y los puso den la cuenta de ella.

Al parecer el dinero vendría de unas coimas ilegales pagadas por la familia real de Arabia Saudita en 2008, mientras que algunos expertos creen que se trata de un caso de testaferrato, y el rey le habría dado el dinero para que se lo guardara en su paraíso fiscal.

Otra de las investigaciones adelantadas desde el año 2019 tiene que ver con que una entidad del Gobierno español dedicada a prevenir el lavado de activos descubrió que Juan Carlos, su esposa Sofía y algunos nietos habían usado entre 2016 y 2018 unas tarjetas de crédito vinculadas a una cuenta extranjera que no estaba a nombre de ninguno de ellos, sino del magnate méxico-británico Allen Sanginés-Krause, y con las que sufragaban gastos personales que no declararon. A lo cual los investigadores tratan de determinar si se trató de una donación ya que el millonario es un viejo amigo del monarca o por el contrario se trata de otro caso de testaferrato.

Este tema es grave, ya que si el rey y sus familiares gastaron más de 275 mil euros con esas tarjetas, habrían incurrido en un delito fiscal al sobrepasar el límite establecido por el Gobierno español para no declarar impuestos. Además, como los hechos ocurrieron después del 2014, podrían terminar ante la Justicia. De hecho, ya se dio un paso en ese sentido: la Fiscalía le pasó la investigación al Tribunal Supremo, la corte con la facultad de juzgar al rey. Todo un hito en un país en el que muchos aún le agradecen a Juan Carlos la forma en la que gestionó la transición a la democracia después de la muerte del dictador Francisco Franco.

Para muchos lo que más les sorprende es que en ese escándalo también esté metida la reina Sofía, quien se había mantenido alejada de la polémica, incluso se separó del rey quedándose en Madrid. Pero para los investigadores, es ella quien habría pagado con las tarjetas varios viajes a Londres, en donde pasaba temporadas prolongadas. Sin embargo, todo indica que por ahora no la van investigar porque la mayoría de movimientos los hizo el propio rey.

La tercera investigación, es en la que la Fiscalía está indagando por una cuenta con 10 millones de euros, que se encuentra en la isla de Jersey, conocido como un paraíso fiscal ubicado cerca del canal de la Mancha, y en esta aparece  Juan Carlos como beneficiario desde 2005 y de la que habría tratado de mover dinero estos últimos meses. Esta sería otra fortuna oculta no declarada, que pone en más problemas, aunque las indagaciones aún son preliminares.

Como si esto fuera poco, la semana pasada el diario El Confidencial dio a conocer que Juan Carlos tenía ocultos en Suiza varios millones de euros en acciones de varias empresas españolas. El lío es que esas acciones, que aparecen a nombre de la Fundación Zagatka, dirigida por un primo del rey, se compraron con dinero que en apariencia viene de las comisiones ilegales.

Mientras todo eso ocurre, la familia real de España intenta sobrevivir al escándalo. El rey Felipe, su esposa Letizia y sus hijas Leonor –heredera al trono– y Sofía siguen asistiendo a los eventos públicos, dan discursos e intentan poner una nueva cara. A su favor tienen que no están involucrados en el escándalo, y casi la mitad de los españoles aún, según las encuestas, apoyan la realeza. Solo el tiempo dirá si las aventuras financieras del rey Juan Carlos, a quien hace unos años muchos atribuían la popularidad de la monarquía, terminan por darle a la institución su estocada final.

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