Orden ‘esfuerzo libertario Manuela Sáenz Aizpuru’

Por: Sofía Alejandra Mora Macías

El pasado 23 de noviembre del presente año, rememoramos la Memoria Libertaria de nuestra heroína Panlatinoamericana. Como Presidenta de esta Orden, y en comunión con la «Orden Caballeros del Libertador Simón Bolívar», hemos querido dejar para la Historia los testimonios expresados a raíz de los 164 años de su fallecimiento. En tal sentido, Dora Alicia Rocchi, nos expresa: que Manuela es lucha y amor, esta es su enseñanza: rebeldia, osadía, su defensa a la Libertad y tantas otras que se haría muy largo en este texto enumerarlas. Pero, de todas estas la que no dejo pasar es cuando nuestro columnista nos habla con tanto sentimiento e inspiración, que fascina leerle su pasión y su amor hacia Bolivar. Hemos aprendido a través de la lectura de esta procer, que ella es amor grande y puro como lo demuestran algunas cartas, ellas abren sentimientos hacía ella y nos involucra a querer saber más de su vida y la de Nuestro Libertador.

Con los textos de Reynaldo Mora, leemos que Manuela era una mujer de amplios horizontes por encima de las convenciones sociales.

Esto indica que más allá de las adversidades se imponía una gran personalidad.

Manuela Sáenz: calumniada, anatematizada, perseguida y proscrita, envidiada, deseada, repudiada y desterrada. Su destino de heroína es trágico

El odio y el ensañamiento de sus compatriotas la persiguieron hasta el fin de sus días. Pero, la fuerte personalidad de Manuelita Sáenz, como aprendimos a llamarla, se impuso sobre sus enemigos, incluso sobre la leyenda de su vida, dejándonos ver la fuerza de un carácter capaz de romper barreras sociales, morales y de género.

Así la vemos asediada por unos, criticada por otros, y en el ocaso de su vida Manuela se refugia en Paita, ante la inmensidad de un océano, llamando a sus perros con los nombres de los enemigos de Bolívar.

Pude leer que algunas personalidades que llegaron a visitarla a Paita vieron en ella una Reina.

Quizás estos versos de Pablo Neruda, incluidos en el «Canto General», sean el más bello homenaje a lo que fue su vocación americana: «¿Quién vivió? ¿Quién vivía? ¿Quién amaba?  ¡Malditas telarañas españolas! En la noche la hoguera de los ojos ecuatoriales,  tu corazón ardiendo en el basto vacío: así se confundió tu boca con la aurora.  Manuela, brasa y agua, columna que sostuvo no una techumbre vaga sino una loca estrella.  Hasta hoy respiramos aquel amor herido,  aquella puñalada de sol en la distancia (Pablo Neruda, Retrato, La insepulta de Paita).

Uno de los educadores de la nueva generación de Licenciados en Ciencias Sociales de la Universidad del Atlántico, nos escribe diciéndo que da importancia y, sobre todo, al valor de Manuela Saenz en la historia no sólo del Libertador, sino de toda la sociedad contemporánea. Manuelita Sáenz, fue una mujer adelantada a su tiempo, mujer  irreverente, que se rebeló contra el orden patriarcalmente establecido. Eligió un caballo antes que un vestido y un campo de batalla antes que un salón de espejos. Manuelita se convirtió, sin saberlo ni pensarlo, en un símbolo para las generaciones de mujeres que nacerían, a la postre de su muerte muchos años después, y que lucharían, hasta hoy, en la búsqueda de un mundo más paritario entre los géneros. Manuela, supo ver también los peligros a los que se enfrentaba nuestro Libertador, de amigos y enemigos por igual, tanto así, que logró salvarlo de las garras de los conspiradores septembrinos. Gloria eterna a la que ha sido, y será, una de las mujeres más agerridas de nuestra Patria grande.

Otra joven licenciada en ciencias sociales de esa  institución, Laura Roa Ayala, relaciona  la memoria de la más grande Libertadora de América: Manuel Sáenz Aizpuru, como una  maravillosa mujer rebelde, mujer inigualable, que entregó su amor y pasión a la lucha social, conquistando el corazón de nuestro gran Libertador Simón Bolívar con quien lucho sin límites por la libertad de nuestros pueblos. Manuel Sáenz  entre la rebeldía y la irreverencia logró demostrar que la mujer puede superar cualquier obstáculo y conquistar todo lo que se proponga. Entre las grandes mujeres luchadoras, Sáenz fue la más crítica por su rebeldía e irreverencia muy pocos fueron atrevidas a la hora de luchar por sus intereses hasta lograr su filosofía y pensamiento. Esta fiel mujer fue espléndida y leal, siempre con su lema de defender sus ideales y a su amado Bolívar, lo que la llevó a caracterizarse como una mujer audaz e inteligente en su agitada vida, lo cual la llevó a huir y así mismo logró relacionarse con todo tipo de pensadores que le aportaron mucho más a sus ideas para elaborar sus criterios frente a la terrible situación que padecían nuestros pueblos. Manuel Sáenz la Flor Quiteña del Caribe y de América Latina, siempre mantuvo arraigado su ideal de libertad a pesar de las duras críticas y de las exigencias sociales no dejó de luchar por la justicia igualitaria. En su lugar y duro camino Sáenz mantuvo su faceta de mujer luchadora e irreverente que al mismo tiempo acompañaba con su alma amorosa. Las manifestaciones de nuestra luchadora fueron pretender a la justicia social e igualitaria, pero, en su lucha logró descubrir sus sentimientos que la llevaron a la suma más alta de su pasión por la libertad y al mismo tiempo luchaba por su apasionado amor por el libertador Simón Bolívar con quien experimento la pureza de su amor y ternura donde logro compartir su amor y lucha.

Yamile Rodríguez, nos manifiesta su admiración y pasión por Manuela Sáenz, aprendiendo más de ella y de el Libertador Simón Bolívar que en la escuela: leer lo escrito por el profesor Mora sobre ella, es apasionarse. Este es uno de los dones que Dios le da a los maestros.

El arquitecto Antonio Vilardy desde Costa Rica, se queja, en que desafortunadamente la juventud actual poco investigativa, poco o nada les importa, ni el pasado ni la historia del por qué o por quienes están aquí. Yo enaltezco una vez más, la entereza de mi entrañable hermano Reynaldo Mora, por su investigación y su deseo que todos sus pupilos no sean parte del montón. Una vez más, elevo el reconocimiento a la gran Manuela Sáenz por sus procesos libertarios, que deben ser llevados al currículo escolar, en el querer que  la actual generación sea  incomparable desde la investigación.

Hilder Cobo, afirma que Manuelita Sáenz fue una representante de la libertad y la independencia del Sur de nuestro continente, compañera de Simón Bolívar hasta sus últimos días, que lo acompañó en cada momento de su hazaña histórica, aunque luego de su muerte fue desterrada a Perú, hasta el último día de su vida, luchó por las causas independentistas dejando un legado que perdura hasta la actualidad, y siendo la inspiración de muchas mujeres que luchan en nuestros días para combatir las injusticias.

#DIARIOLALIBERTAD