Por Jaime Vélez Guerrero
Para realizar este artículo fue necesario ponerme en la piel de un estudiante durante la pandemia sanitaria del coronavirus, pues es incuestionable que los educandos y docentes han recorrido instantes positivos y profundamente negativos, este último ha frenado la transmisión de una enseñanza de calidad, que por el momento la observamos muy distante.
Este bichito llamado Covid-19 está arrodillando a los grandes estados del mundo, quienes están desesperados como conducir eficientemente la economía y el aprendizaje virtual, que hasta ahora no han dado los resultados esperados sino simplemente andan como barco sin rumbo fijo, afectando notoriamente a varios sectores de la sociedad. Por eso es sustancial que el Estado se prepare de una vez por toda para perfeccionar la educación on line en razón a que el futuro podría germinar en el mundo varios virus producto del terrorismo biológico. Esto naturalmente nos tendrá que ponernos a meditar para que se conformen sociedades más equitativas y solidarias.
A pesar de las inmensas dificultades en materia de educación virtual, tenemos alguna esperanza con la actual ministra colombiana de Tecnología, Información y las Comunicaciones Karen Abudinen, pues se nota que es una mujer aguerrida y de armas tomar, que está aportando mucho talento para que este país sea más activo en el campo digital. Lo que sí le sugiero a esta digna servidora es la creación de un proceso estratégico de largo plazo con los países de América Latina y convenios internacionales, así se evitaría un retroceso en el campo digital.
La problemática social que abate a Colombia y, ahora profundizada por el microorganismo infeccioso sars-cov-2 está ocasionando graves dificultades para que el aprendizaje por internet llegue sin obstáculos a todos los rincones del país. Obviamente es fundamental para reducir la amplia cicatriz de la ignorancia digital que el gobierno legisle cuanto antes sobre el internet, para evitar así estar sometido a un yugo infrahumano por parte de empresas de redes sociales con epicentro en otros países.
De todas maneras, el Gobierno nacional tendrá que seguir impulsando el desarrollo del aprendizaje en línea. A la par de esto es imprescindible solucionar los inconvenientes que impiden una verdadera formación por la red informática global. Otra grave traba de la educación denominada virtual es que está ordenada y dirigida esencialmente por potencias económicas.
Reconozco que la mencionada educación virtual es solo el inicio del camino a la real virtualidad, por eso es que el Estado tiene que preparar fuertemente a los componentes de la educación online, es decir los que intervienen para que se pueda llevar a cabo esta formación en línea. De no ser así el desarrollo en ese campo se detendrá y, por consiguiente, el bienestar social y cultural del país.
#DIARIOLALIBERTAD










