Murió «Mocho», el canino de la Policía que «habló» con la reina

Cartagena de Indias. D. T. y C. Junto a voluntarios amantes de animales y el Grupo de Protección Ambiental de la Policía Metropolitana de Cartagena, «Mocho» fue llevado al veterinario para iniciar el tratamiento, pero finalmente murió a los ocho días.

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Fue enterrado con honores a la media mañana del 20 de agosto en la que fuera su casa, el comando de la Policía Metropolitana, ubicado en el barrio Manga.

Los policías lo querían demasiado, pues llevaba muchos años al lado de los que hacen la guardia, especialmente en las noches.

Era un perrito serio, no era muy amigable, más bien puesto en su papel de guardián, pero tampoco era bravo.

No alardeaba, no vociferaba, pero su sola presencia inspiraba respeto.

«Mocho», la noche en que murió, hizo algo que a los testigos dejó bastante sorprendidos y conmovidos.

Antes de su partida, no se mostraba inquieto y tampoco daba señales de dolor. Tomó fuerzas en medio de la oscuridad, se paró de su improvisada camilla y raudo fue a posarse sobre el escudo de la Policía Nacional.

Esa manifestación de amor a su institución fue superada por algo que los policías no podían creer: Mocho dirigió su mirada hacia la gruta donde está entronizada la imagen de la Bienaventurada, la perfecta, la siempre Virgen Santa María, Madre del Dios verdadero. La contempló por varios minutos, tantos que dio tiempo a que lo fotografiaran…. tal vez le decía: “aquí estoy dulce Madre, te saludo una vez más”

Su mirada se unió a la de Ella; cerca de morir, su anhelo fue el verla para siempre.

#DIARIOLALIBERTAD