Los retos de los gobiernos locales frente a una pandemia barata

*Desde lo local, los impactos sociales de la nueva normalidad van a necesitar nuevas miradas y modelos de gestión publica con más participación ciudadana y gobernanza.

Por: Diogenes Rosero Durango

El gobierno nacional dejó solos a los territorios en cuanto a recursos públicos para enfrentar la pandemia. Como lo han mencionado diferentes expertos, entre ellos, el observatorio fiscal de la Universidad Javeriana, el gobierno nacional ha gastado menos de lo que ha reportado para la atención de la crisis. Le ha apostado a una “pandemia barata”  

El resultado son los graves efectos sociales y económicos de la pandemia que ya comienzan a evidenciarse en los agregados macroeconómicos. Según el informe del Dane de esta semana, el Producto Interno Bruto en el segundo trimestre de este con respecto a 2019, tuvo la abrupta caída del 15,7 por ciento. Un colapso del cual no tenemos precedentes cercanos en las ultimas décadas.

Como en otros países, la caída del PIB tenía que ser contrarrestada con amortiguadores sobre la demanda de consumo vía Renta Básica y no solo para la informalidad, sino, además, para asalariados que perdieron el empleo. La versión del gobierno de subsidio solidario no cubre a toda la población con necesidades y no compensa los gastos mínimos de un hogar en confinamiento.

Las recientes críticas al gobierno nacional, de partidos afines que participaron en la coalición que lo ayudó a elegir (Liberal y Cambio Radical), señalan la tardanza en las repuestas económicas y la inexistencia de una clara hoja de ruta para la rehabilitación de la economía. Cuanto más se demoren las políticas, más doloroso será el aterrizaje económico. 

Con esta pobre chequera nacional y sin un plan para la reconstrucción económica nacional, les toca a los gobiernos locales asumir el peso de las políticas públicas con grandes debilidades financieras debido a la caída de los ingresos tributarios locales y en ausencia de un liderazgo nacional que parece haber dejado a su suerte a las regiones.

Esta desconexión que se ha vivido durante toda la crisis parece imponerse para lo que viene: la post-pandemia, en donde cada quien parece ir por su lado sin una apuesta estratégica.

Momentos tan difíciles como los que hemos vivido y sus hondos impactos sociales van a requerir verdaderos pactos nacionales con los territorios y sectores económicos, un New Deal para la pandemia, que además del necesario gasto público para estimular la demanda (para reactivar el consumo), también actué sobre la oferta (para reactivar el empleo).

No se puede asumir en los territorios como si nada hubiera pasado y comenzara a implementarse los planes de desarrollo como si empezara el gobierno. Aquí se destruyeron miles de empleos ahondando las profundas desigualdades entre diferentes regiones y dentro de las diferentes ciudades.

Desde lo local, Los impactos sociales de la nueva normalidad van a necesitar nuevas miradas y modelos de gestión publica con más participación ciudadana y gobernanza. Entender la integralidad de lo que nos pasó y dar mejores respuestas para la reconstrucción integral de la sociedad. A esta difícil tarea nos enfrentamos.

#DIARIOLALIBERTAD