Uniautónoma desvinculó a 200 empleados que no iban a trabajar y se está ahorrando $800 millones: rector Mauricio Molinares

Un descubrimiento poco agradable para las finanzas de la Universidad Autónoma del Caribe hizo el recién posesionado rector, Mauricio Molinares, quien encontró una serie de irregularidades en la nómina de esa Alma Mater.

Según el nuevo rector, se le estaba pagando a 200 empleados que estaban en sus casas sin hacer nada, »recibiendo salarios sin aportarle nada a la universidad».

Pero lo más estrambótico es que la universidad todavía estuviera dentro de su nómina a trabajadores del equipo de fútbol siendo que este fue vendido por el polémico ex rector Ramsés Vargas Lamadrid en el 2015.

»Aunque parezca increíble aun hacían parte de la nómina de empleados, entrenadores, médicos, deportólogos, psicólogos, fisioterapeutas y kinesiólogo asignados a un equipo que no existe. »No teníamos equipo y les seguíamos pagando salarios», dijo sorprendido el nuevo rector, Mauricio Molinares.

Recordó que el ex rector Ramsés Vargas Lamadrid se movilizaba en cuatro camionetas, lo cual era de conocimiento de la comunidad universitaria y de la opinión pública, y aún así venían pagándoles a empleados mecánicos y resulta que solo sirve un un carro.

Otros de los gastos para la universidad es que venían cancelando sueldos a algunas aseadoras que no están trabajando ni yendo a la universidad, así como cierta cantidad de conductores y personal de seguridad que vienen recibiendo salarios sin trabajar.

La cadena de irregularidades, según denuncia el rector, se vuelve interminable, pues también se detectó unos chefs que le cocinaban al cuerpo administrativo que tampoco trabajaban y sin embargo cobraban sueldos.

Según el nuevo rector, Mauricio Molinares, la suspensión de contratos a más de 200 trabajadores es »seria y coherente’, si se tiene en cuenta que la institución se está ahorrando cerca de 800 millones de pesos, porque ‘hablamos de una universidad que no tiene flujo de caja con esta situación».

La medida, dice Molinares, puede parecer extrema pero se hace con el propósito de mantener a flote el alma mater y así evitar su parálisis, si se les deja de pagar a docentes y personal administrativo que sí cumplen sus funciones.

Advierte el alto directivo que esta decisión fue comunicada al Ministerio del Trabajo y al Ministerio de Educación y es una »figura avalada por el Código Sustantivo del Trabajo y por la legislación Covid del Gobierno Nacional».

También se refirió Mauricio Molinares a los sindicatos de la universidad, y aseguró que se necesitan interactuar con un sindicato sensato que sea coherente con la realidad económica de la universidad.

»La universidad no podrá sumar en sus finanzas mientras existan propósitos desmedidos, sino que seguirán restando. Desde mi rectoría no permitiré que se pierda la confianza de la región por este tipo de conductas desproporcionadas», finalizó diciendo el alto directivo.

¿Y los rectores amparados por el MEN?

La pregunta que algunos se hacen es qué pasó con los rectores nombrados en encargo por el Ministerio de Educación frente a estas denuncias, pues es evidente que hubo negligencia por parte de estas personas al cancelarle salarios a empleados que aun le ‘servían’ al equipo de fútbol vendido por el ex rector Ramsés Vargas Lamadrid, cuando el equipo ni siquiera existía para la universidad.

Debe haber una explicación para eso por parte del Ministerio de Educación y de las propias involucradas, Claudia Da Cunha y María Victoria Mejía Orozco.

Y la tarea por hacer en la universidad es monumental, porque pasó de ser una de las universidades privadas de más proyección en el caribe colombiano y el exterior, a convertirse en una institución llevada al descalabro académico y financiero, durante la administración del cuestionado ex rector Ramsés Vargas Lamadrid.

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