Generalmente los economistas coinciden que las principales funciones del estado colombiano, entre otras son las siguientes: Velar por una adecuada redistribución equitativa de los ingresos entre los miembros de su sociedad; proporcionar la provisión los bienes públicos; mantener la estabilidad económica y que se refleje en un crecimiento y desarrollo económico del país.
En esta época de crisis sanitaria por el virus covid 19, el estado colombiano le corresponde actuar con mayor decisión sobre las responsabilidades que tiene que asumir, de esta manera, se encuentra en la disyuntiva de elegir entre la emergencia sanitaria o la emergencia económica, ya que no existen los recursos suficientes para atender ambas emergencias, por consiguiente, hay que llegar a un punto de equilibrio tal como lo explica la economía cuando hace referencia a las fronteras de posibilidades de producción (FPP). Por consiguiente, le corresponde al gobierno tomar medidas que irrumpan las tradiciones ortodoxas desde el punto de vista económico. De aquí, el gobierno haya logrado invertir apenas el 1.7% del PIB, mientras que países como Perú y Chile han destinado el 12.5% y 7% respectivamente en programas de alto impacto para la comunidad, como por ejemplo bonos por familia que representan una cantidad de dinero responsable para que se estas puedan subsistir, auxilio para los trabajadores informales, un plan para garantizar el 75% de pago de los empleados que se encuentran en nómina.
En buena hora, el comité de la regla fiscal autorizo el gobierno colombiano alcanzar un déficit fiscal del 6.1%, medidas económicas que los monetaristas representados en el neoliberalismo económico, estarán aceptando si acaso la aceptan a regañadientes, aunque han salido unos cuantos respaldando la propuesta que el problema de la crisis económica recaiga sobre la clase trabajadora, sabiendo que aquí en nuestra querida patria hay sectores que muestran en sus balances financieros grandes ganancias y/o utilidades y que decir de la dirigencia política.
El gobierno según sus cálculos espera una contracción económica del 5.5% del PIB, mientras que el Banco de la Republica considera aproximadamente el 7 %, de ahí, sin lugar a dudas las medidas tomadas en los diferentes planes que ha implantado al gobierno en cierta forma han llevado al alivio con respecto al consuno de algunos hogares colombianos y a la vez los ingresos que han recibido también les ha servido en algo para mitigar sus angustias económicas, de igual modo, según las últimas medidas económicas el gobierno va asumir el pago de nómina en un 40% durante tres meses y también anuncio, servir de garante de los préstamos que realice el sector empresarial al sector bancario, sector que no se ha portado muy bien en estos momentos de crisis, ya que la superintendencia financiera anuncio sanciones para aquellos bancos que no se quieran someter a los lineamientos del gobierno.
Con respecto a la reactivación económica, el gobierno anuncia que se hará de forma gradual y con las respectivas medidas o protocolos de bioseguridad, bien recibido sea la medida, pero me pongo a pensar, sobre una entrevista realizada a un empresario del calzado, cuando le preguntaron que pensaba de la apertura de su actividad económica y manifestó de que le servía, ya que sus productos no iban a encontrar demandante en el mercado, debido a que el sector comercial y de servicios no le han autorizado su apertura gradual, de aquí, la ciencia económica nos enseña el concepto de la caja Edgeworth, en el cual nos indica la relación que existe entre los mercados y cómo interactúan entre ellos para lograr un óptimo de Pareto y un bienestar para los participantes en el mercado, situación que no se está dando actualmente en el país. Por otro lado, el gobierno entre sus medidas no se ha pronunciado en nada para el sector informal, ya que, según las estadísticas, más del 50% de nuestro empleo son informales, imagínense el grado de desesperación que tienen estos compatriotas en esta crisis.
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