No se puede negar que la decisión del Gobierno, en el sentido de ampliar por unos días más la cuarentena obligatoria y que se extenderá hasta el 11 de mayo, nos muestra la otra cara de la moneda y es que a pesar que la mayoría de sectores empresariales respaldaron la medida, algunos de estos no ocultaron su preocupación por el impacto en las ventas y el empleo.
Al tiempo que se encuentran en la incertidumbre ocasionada por la tardanza en la llegada de las medidas de alivio, en especial el acceso a los créditos blandos de los que se ha venido hablando, para pagar las nóminas y poder mantenerse a flote, lo cual podría incidir igualmente en las cifras de desempleo y en las de los precios a los consumidores.
Lo cierto es que según lo que se puede colegir, ese efecto negativo no solo se observará durante el periodo del aislamiento establecido, sino que la recuperación puede tomar más tiempo, dependiendo del sector productivo y de lo golpeado que resulten los empresarios.
La cuarentena actual, que se extiende ahora hasta el 11 de mayo, ha llevado a impactos desfavorables teniendo en cuenta que el comercio solo funciona en un 10% de los establecimientos en operación y en el turismo las tasas de ocupación hotelera están en un deprimente 5%, frente al promedio de 55% de los meses antes de la aparición de la pandemia.
La oportunidad para los renglones de transporte, infraestructura y la construcción con la serie de requisitos para cumplir los protocolos no han movido en lo más mínimo los decibeles de la reactivación de una economía enormemente afectada por necesarias medidas implementadas para contener la arremetida implacable del Covid-19.
No se puede negar que los pequeños empresarios no ocultan su angustia y preocupación porque pasan los días y el acceso a los recursos de financiación no se vislumbran en el panorama.
Ciertamente muchas personas han venido laborando desde sus viviendas, ya sea teletrabajando o desarrollando actividades para generar ingresos en épocas de crisis como la actual, nada más recomendable que permanecer en casa para evitar los efectos del virus.
Entre tanto, el Congreso de la República y sus diferentes bancadas comienzan a emitir sus conceptos acerca de la manera más conveniente para manejar la emergencia.
En medio de encendidas críticas de algunos antagonistas políticos del actual Gobierno, han lanzado sus ‘puyas’ aduciendo la falta de efectividad gubernamental en lo que respecta a la llegada de recursos y alivios en materia de salud, a las regiones, el acceso a los créditos para salvar empresas y el empleo.
En el otro bando, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla –a manera de riposta– anunció ante la plenaria del Senado, reunida virtualmente, que el Gobierno en el transcurso de la próxima semana decretará una nueva Emergencia Económica, con el objeto de adoptar nuevas medidas que permitan hacerle frente a la crisis por el coronavirus.
En la mencionada reunión virtual del Senado, salió a flote por parte de una gran mayoría de congresistas la supuesta actitud negativa de la banca en medio de la crisis, por no haber facilitado hasta la fecha de hoy ningún crédito a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Hoy traemos a colación el pronunciamiento del senador Efraín Cepeda Sarabia, quien fue enfático en señalar que en la apertura de la economía se deben garantizar todas las medidas fitosanitarias, distanciamiento físico, especialmente en los medios de transporte.
Al tiempo que emitió un enérgico llamado al Superintendente Financiero y al Gobierno Nacional, para que se desembolsen los recursos al sector productivo, en especial a las Mipymes y garanticen el empleo.
Sería importante para la opinión pública nacional que el Ministro de Hacienda informara lo más pronto posible, de dónde van a salir los recursos que se requieren para preservar el empleo, lo cual favorecería en forma positiva la tan anhelada reactivación de la economía que en estos momentos se presenta esquiva.
#DIARIOLALIBERTAD
dawad