La corrupción, pandemia de nunca acabar

En Colombia, no hay forma de combatirla, crece sin compasión, no hay vacuna para erradicarla. Su origen entre patrocinador, promotor y difusor; ¿qué se está haciendo para acabarla?.
El diccionario de la Lengua Española de la Real Academia trae algunas definiciones sobre esta palabra, cuyo significado está de moda y en la actualidad ha tomado auge en la administración nacional, regional y local, con las vivencias de la cuarentena por motivo del Coronavirus o Covid-19. Estas son: *Corrupción: Putrefacción, Alteración de la sangre. Falsificación de un escrito o de una composición musical. Cohecho entre funcionarios, Vicio o Abuso. *Corruptela: Mala costumbre de las personas. *Corruptible: Quien puede corromperse. *Corromper: Echar a perder, depravar, dañar a funcionarios. *Corrompido: Quien está viciado, pervertido, depravado.
Una forma fácil de describir y comprender lo que significa la corrupción, con todos sus abusos, alcances, proyecciones y percances, la que es el común denominador en todas las esferas de los gobiernos de turno y se consolida como exponente de las contrataciones, compras, ventas y demás ítem que requiere cada gestión oficial. Está demostrado que para convertirse o dejarse convertir en corrupto, no se requiere poseer un perfil amplio, ni profesionalizarse en ninguna universidad o centro tecnológico de formación y actualización académica. Sus relaciones políticas, sociales y culturales y el ufanarse de ser un ‘vivo total’, le dan cabida en ciertos círculos que lo exponen como el nuevo edificante de la corrupción. Aplican eso de ‘pa’ lante es pa’ yá’.
La cuarentena que vivimos y se amplía, nos mantiene ocupados y nos permite mantener las mejores relaciones humanas con el periodismo escrito, radial y televisivo, y con las redes sociales, por lo que somos cuasi esclavos de los noticieros, pautas comerciales y programación con series, consejos, películas, historietas, etc., por lo que marchamos al ‘pie del cañón’ de la información variada; esto quiere decir que somos aficionados en leer, escuchar y observar la actividad de la recreación de la mente y de la vista y rematamos en el hogar, para discutir lo que dicen los protagonistas sobre algunos hechos, que los convierten en ‘personajes del momento’.
Presento a consideración de mis queridos lectores, estas reflexiones en la introducción de la presente misiva, con las que quiero enseñar hacer comprender con exactitud, cuales son los alcances de esta endemoniada vieja y constante pandemia, muy briosa por cierto, la que como un ‘as debajo de la manga’, se considera un socio dañino que “no respeta pinta”, para dañarle el caracol de la oreja al funcionario que posee facultades para comprar y contratar por ejemplo, y ahí llega el ‘mamita mía’, por las propuestas indecentes, al comienzo, pero al saborear la comisión asignada en pesos, le queda gustando y “parece quién pueda, porque no habrá con quien”.
En los comienzos de la televisión en Colombia, el R. P. Rafael García Herreros, empezó a difundir ‘El Minuto de Dios’, programa diario, horario triple A, entonces en Tele Tigre, de Bogotá, uno de los dos canales en blanco y negro, que existían, cuyo final siempre ha sido: “Dios mío, en tus manos encomendamos este día que ya pasó y la noche que llega”. Hago el símil y destaco algo parecido con el Presidente Iván Duque, quien a raíz de la pandemia coronavirus, realiza un programa diario desde las 6:00 p.m., con participación de especialistas, cuerpo médico y gobernantes, entre otros, quienes nos tranquilizan al informar lo de aquí y lo de allá del Covid-19.
Esos mensajes del mandatario nacional, nos hace optimistas, con base en el Instituto Nacional de Salud en nuestro país y la Organización Mundial de la Salud, los que entregan una estadística seria y actualizada sobre el particular. En esto no hay que ‘meter carretas’, por eso el suscrito, como millones de colombianos estamos en sintonía con el Presidente, porque “con Iván todos van”.
PERO, cipote PERO, no es posible que la coronavirus y la cuarentena que nos tienen aislados, estén sirviendo de apoyo irrestricto a una nueva corrupción, la que están aplicando algunos comerciantes, industriales, dirigentes sociales y políticos, gobernantes en todos los niveles, comités cívicos, comunidad electorera, etc. quienes “no respetan pinta” y hacen de las suyas en la compra y venta de mercancías para los mercados o mercadillos, que muestran pocos productos, pero eso sí, sobrecostos, especulación y pare de contar. No se ha sabido más nada del trío ‘Durango Kid’: Fiscal, Procurador y Contralor, los duros.
#DIARIOLALIBERTAD
dawad