Como ya se sabe, por decisión del presidente Duque, las medidas de confinamiento aun continuarán después del 27 de abril, independientemente de la estrategia que ha venido adelantando el Gobierno para el manejo y control de la pandemia, porque se hace imperativa la reactivación económica.
A partir del próximo martes, importantes sectores que tradicionalmente aportan la mayor cantidad de trabajadores porque mueven el aparato productivo como el transportador, las manufacturas y la construcción podrán reanudar sus actividades aunque cumpliendo ciertos protocolos.
Lo que se espera es que el pueblo acepte con positivismo que dicha decisión aunque es susceptible de posibles riesgos, se hace imperativo que aflore y solo con disciplina, el orden y la colaboración para así evitar que aparezca el incremento del contagio a causa de la nueva estrategia, consistente en la prórroga de 11 días adicionales de cuarentena.
Las alcaldías deben disponer de lo necesario a fin de que en toda Colombia se establezcan los protocolos para el buen suceso de la reactivación de los tres frentes productivos anteriormente señalados.
Naturalmente que la implementación de las mencionadas medidas exigirán redoblar los esfuerzos de los gobernadores y alcaldes con sus correspondientes equipos de trabajo, aunque algunos no estén de acuerdo con la recomendación del Gobierno, pero consideramos que no es momento para asumir posiciones particulares. Todos en Colombia debemos estar comprometidos con el indispensable objetivo de evitar al máximo las pérdidas humanas y así mismo salvar la economía.
En medio de la presión que las circunstancias merecen, el Gobierno sigue actuando como lo señalan los especialistas en las diferentes ramas de la epidemiologia, ahora ordenó el aislamiento nacional, con suficiente flexibilidad para que productos y servicios esenciales sigan disponibles, y anunció ayudas monetarias para la población vulnerable, pues es imposible que los millones que viven día a día se resignen otro periodo de tiempo sin ingresos.
A menos que se quiera cerrar todas las fronteras indefinidamente, de nada sirve que un país desarrolle un programa de diagnóstico preventivo si los países vecinos especialmente no lo hacen.
Sin embargo –como lo han pregonado los expertos– el solo aislamiento, posiblemente no será lo suficientemente efectivo. Cuando acabe la cuarentena, la que no sabemos qué tiempo pueda durar, bastará con que quede un puñado de portadores del virus para que volvamos al punto de partida.
Y lo otro, no se puede paralizar la economía y la vida durante 10 a 20 meses, que es lo que los expertos calculan que demorará la creación de una vacuna contra la covid-19, aunque puede ocurrir que mientras aparece un tratamiento efectivo para la enfermedad se encuentre una salida al dilema según lo han dicho los expertos, el aislamiento “aplana la curva de contagios y con eso se distribuyen los casos graves en un periodo más largo”, esperamos que así sea, porque lo que se vislumbra hoy viernes 24 de abril es el colapso del sistema de salud –ojalá que no–.
Lo cierto es que han sido de buen recibo las decisiones del Presidente Duque en el ámbito del coronavirus, introduciendo el concepto de ‘aislamiento inteligente’, el cual se sustenta en la prevalencia de la vida y la salud, pero sin perder de vista la necesidad de evitar la quiebra de muchas empresas, parálisis económica y pérdida masiva de empleos que indiscutiblemente es el espíritu de las determinaciones presidenciales durante este crucial momento de la historia de nuestro país.
La última decisión del Gobierno, sin duda servirá más adelante para comenzar a liberar progresivamente otros sectores de la economía como industriales, comerciales y de servicios en los que se puedan garantizar altos estándares de prevención y que hagan compatible la reanudación del ciclo productivo con todas las medidas de contención del virus.
#DIARIOLALIBERTAD
dawad