Desde la ventana

El encierro forzoso que nos impone la cuarentena, multiplica, extiende casi hasta la eternidad, el tiempo de que disponemos, o mejor, que nos sobra en los interminables días, descubren en nosotros habilidades impensadas, que solo el ocio nos permite desarrollar, como la plomería, electricidad, y la culinaria, me refiero a la comida no piensen otra cosa, y la más importante de todas, la posibilidad por tiempo disponible, de leer, pero sobre todo de leer libros completos, proeza que en mi caso, se puede calificar de tal, de proeza, porque a pesar de ser un ratón de biblioteca, con el correr de los años me cuesta mucho terminar un libro, por eso prefiero los libros de política, de historia y los ensayos, que puedo leer a picotazos y en desorden, no así las novelas, que nos comprometen a una secuencia, y especialmente a ser leídas hasta el final.
En este aislamiento social lo que ha cobrado especial importancia, tanta como el agua, la luz, el aire y la comida, son las redes sociales para mantenernos en contacto así sea virtual con nuestros familiares, con nuestros amigos, con nuestros proveedores de salud, de provisiones, en fin toda una gama de servicios que nos hacen la vida más llevadera en esta casa por cárcel que nos impuso el desocupado que se le dio por fabricar ese pequeño erizo forrado de grasa cubierto por una Corona de afiladas espinas entrenadas para romper y penetrar las células, llamado Coronavirus, porque de no ser por herramientas como el Whatsapp, el FaceTime y Facebook, no podríamos hablar ni ver diariamente a nuestros seres queridos, en la otra cuadra, en otro barrio, en otra ciudad o en otro país, nos tranquilizan, nos alegran y divierten mucho la gran cantidad de memes que nos sacan carcajadas o nos ponen a pensar bien en la mañana temprano, bien a la media noche cuando vamos a dormir.
“Un sicópata mojó una billonaria cantidad de billetes con un fuerte veneno (glifosato) y lo donó a una institución para niños pobres abandonados. Murieron 12 congresistas, 5 concejales y 4 alcaldes. Ningún niño murió” FR.; pues bien este es uno de los centenares de memes que circulan en redes sociales, que llevan lapidarios y contundentes mensajes, con una pertinencia y actualidad perfecta para lo que está ocurriendo en Colombia con los ríos de dinero que está entregando el gobierno para aliviar la hambruna con la que este encierro, está matando a la población ya no en línea de pobreza sino de miseria, primero con el tan anunciado subsidio solidario de $160.000 que le iban a dar a más de cuatro millones de colombianos, y que resultó un fiasco, por cuanto a muchos no les llegó nada, mientras que a otras personas, bueno personas no, o tal vez muertos, no sé, pero a un mismo número de cédula le aparecían entregados hasta ocho auxilios,
Por otro lado la Contraloría, la Procuraduría y la Super Intendencia de Industria y Comercio, denunciaron presuntos sobrecostos de más del 100% en los mercaditos que entregaron a estratos uno y cero, con laticas de atún cuyo valor comercial, ni siquiera al por mayor, sino por unidad en cualquier supermercado valen $4.000, fueron facturados a $19.600 a algunas alcaldías y gobernaciones, entre las cuales están mencionadas Arauca, y Atlántico con Malambo y Soledad, lo que demuestra que los corruptos no tienen alma, encima del reguero de cadáveres se reparten el botín. Estos bárbaro dirán, pero cuál es el problema? Acaso la secretaría de educación de Cartagena hace unos años no fue acusada de pagar pechugas de pollo a $40.000 cada una? Y como colofón de toda esta película de terror, sale hoy el inefable MinHacienda Carrasquilla dándonos la buena nueva de que apenas se aplane la curva, nos empujará otra reforma tributaria.
Y mientras esos ríos de dinero caen en las pezuñas de hienas que lo desaparecen, los médicos se quejan de ser abandonados a su suerte, sin protección adecuada para un riesgo tan alto, por lo que ayer ya murieron dos galenos que atendían pacientes con COVID19, y de contera a algunos les deben hasta tres meses de salario,
Que Alá, Jesús, Buda, Babalú y Yemayá nos protejan.
Alvaronavasp@hotmail.com