En medio de la tensión, la llama olímpica dejó Grecia y va rumbo a Japón

Arrncó con temor la entrega de la llama olímpica por parte del Comité Olímpico Heleno a los organizadores de los Juegos de Tokio 202 tuvo como particularidad que fuese a puerta cerrada en el Estadio Panatinaico de Atenas por el problema del Coronavirus.
El acto soló contó con la presencia del presidente del Comité Olímpico griego, Spyros Kapralos, los portadores de la antorcha y una pequeña agencia del país anfitrión de los Juegos
La ceremonia empezó con la actriz Xanthi Yeoryíu, en su papel de Gran Sacerdotisa de Olimpia, llevando la antorcha.
Después hubo un pequeño relevo en el que estuvieron dos atletas de la élite de Grecia. El gimnasta Elefterios Petrunias y la saltadora de pértiga Katerina Stefanidi, entreambos triunfadores europeos, mundiales y olímpicos en sus respectivas justas.
Después del encendido del pebetero por Stefanidi, fue Kapralos quien cogió la antorcha de manos de la Gran Sacerdotisa y la pasó a la representante nipónesa, la nadadora Naoko Imoto, que completó el ritual.
«La luz del olimpismo es una gran oportunidad para destacar los lazos entre ambos países», destacó Kapralos en su intervención. «Esperemos que el espíritu de la llama olímpica nos proteja a vencer a este enemigo», finalizó, haciendo referencia al COVID-19.
Yoshiro Mori, presidente del comité organizador, intervino a través de un vídeo, en el que reconoció al Gobierno griego y al HOC «la celebración del acto a pesar de las dificultades» y anunció que la llama olímpica recorrerá Japón durante 121 días.
El acto, más allá de continuar con la tradición olímpica, ha estado marcado por la intención, tanto del comité organizador como del Comité Olímpico Internacional (COI), de que los Juegos Olímpicos apremien adelante en las jornadas previstas, a pesar de que muchas competiciones clasificatorios para la alusión pues han sido canceladas por la pandemia.
Según el COI, que emitió un comunicado anunciando que los preparativos se mantienen, se está laborando con las federaciones pertinentes para que haya cambios en los torneos clasificatorios, incluso propone el incremento en el número de invitaciones para los atletas.
Por lo tanto, solo un 57% de los deportistas que participarán en la capital de Japón han superado las pruebas de clasificación.
Por lo tanto, si el COVID-19 lo permite, Japón será el primer país asiático en albergar los Juegos Olímpicos de verano después de China -Pekín- lhace 12 años
Se trata de la cuarta ocasión en la que el evento más sustancioso del calendario deportivo recae en manos japonesas, tras Tokio 1964 y las dos ediciones de los Juegos de invierno, Sapporo 1972 y Nagano 1998.
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