El plantel educativo villas de San Ignacio, ubicado al norte de Bucaramanga, completó seis años sin ser utilizado porque al parecer se presentaron fallas estructurales debido a fallas geológicas en en terreno donde se construyó.
La obra siguió a pesar de las advertencias del uso de suelo indebido por dichas fallas, justo al finalizar el proyecto, poco tiempo después se comenzó a degenerar la obra con la aparición de grietas. Ante las complicaciones presentadas las autoridades de la ciudad decidieron trasladar a unos 1.300estudiantes a otras instalaciones de un plantel educativo y posteriormente la estructura deficiente quedó abandonada.
Para solucionar esta problemática, se destinó una suma de $2.800 millones para iniciar obras de corrección para mitigar los desplazamientos tanto verticales como horizontales de la construcción además del reforzamiento del bloque C donde se procedió con la instalación de pantallas vigas para evitar el desplazamiento horizontal, así lo confirmó Fanny Arias, secretaria de Infraestructura.
Pese a todos los esfuerzos por sanar la infraestructura deteriorada, la edificación no se ha podido utilizar por lo que los estudiantes siguen recibiendo la jornada escolar en la sede de otro colegio y se construyó uno nuevo llamado «La Inmaculada», el alcalde Manuel Francisco Azurero, señaló que lo mejor es adecuar las instalaciones para hacer uso de las mismas para otra actividad y dio la expresa recomendación de dejar la decisión del futuro de la estructura en manos del próximo mandatario.
La comunidad, estudiantes y los padres de familia se encuentran preocupados porque después de tal inversión para la obra, está se ha convertido en un inconveniente para los jóvenes estudiantes de la ciudad.
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