De las marchas-protesta

La lista de países en América Latina sacudidos por protestas violentas y crisis políticas ha crecido de forma sorpresiva, sin importar el signo político del gobierno de turno.
“Aquí no fracasan los gobiernos, están fracasando los Estados”, advierte Marta Lagos, analista política y directora de la encuesta región Latinobarómetro, quien cree que este panorama contrasta con el avance de la democracia en América Latina durante la década pasada, antes del estallido de graves crisis políticas en Venezuela y Nicaragua.
Marta Lagos, desde Chile, augura que las manifestaciones en la región van a continuar mientras persista el creciente descontento social con las élites en el poder y la falta de respuesta a demandas de la ciudadanía.
Que en América Latina surjan tantas protestas callejeras o crisis políticas, no es una casualidad, es el resultado de un fenómeno social que se produce de manera simultánea en varios países y obedece a que en esta década, después de la crisis subprime(crisis financiera de 2008) y de un sostenido crecimiento económico, a los gobierno se les olvidó que lo más importante era desmantelar las desigualdades.
Se creyó que bastaba con disminuir la pobreza. Y a partir de 2010, cuando empiezan las dificultades económicas, no se mejora la situación de manera sustentable como antes.
Los pueblos empiezan a exigir. La exigencia es de garantías sociales. Eso es lo que los pueblos de América Latina están demandando hoy. Y lo hacen en sociedades mucho más abiertas, educadas, con aumentos de la clase media, más información, más capacidad de organizarse. Y por supuesto hay impaciencia porque no llegan las respuestas.
Las demandas de garantías sociales esconden una demanda de más democracia. Hay una gran demanda hacia las élites de que la democracia funcione mejor, que no funcionan los partidos políticos, hay crisis de representación, poca fe en las instituciones y alto nivel de corrupción.
Ningún país de América Latina- a excepción de Uruguay- ha logrado garantizar los derechos sociales: el derecho a la educación, salud, salario digno, seguro de cesantía.
En las encuestas, el 70% de la región dice que se gobierna para una minoría. Se podría resumir que la demanda de la región es aquella que dice “Por favor, gobiernen para las mayorías”.
Hay un énfasis demasiado grande en que la derecha o la izquierda va a dar una respuesta, que los gobiernos de turno no parecen darla. La derecha y la izquierda(las ideologías se han sobrepasado) han tenido su oportunidad y no supieron hacerlo mejor.
La región latinoamericana es la región más desigual de la Tierra, más desconfiada y totalmente penetrada por la corrupción. Esos tres elementos definen en este momento las crisis de la región.
En general se podría decir que los gobernantes de América Latina están mal evaluados porque no han logrado entregar los temas centrales que son expectativas grandes de una década. Estos no son expectativas de un gobierno. Aquí no fracasan los gobiernos, están fracasando los Estados.
Los Estados no se han modernizado y la política no se ha modernizado. El diagnóstico es sumamente simple. Ahora, las soluciones son tremendamente complejas.
Las encuestas de Latinobarómetro hasta ahora no han mostrado un aumento significativo del apoyo a los regímenes autoritarios en lugar de los democráticos. No, hay una crítica al aumento de los que son indiferentes, pero no hay un aumento del(apoyo) al autoritarismo.
Las protestas latinoamericanas no tienen nada que ver con la percepción de vulnerabilidad que tienen los ciudadanos de la Unión Europea. Ellos viven los 50 años después de la guerra en una creciente prosperidad y bienestar social. Entonces esas sociedades lo que han experimentado es la amenaza a ese bienestar, que no tiene nada que ver con la vulnerabilidad que sufre la población latinoamericana que quiere llegar a tener algo de ese bienestar que se ve en los países más desarrollados.
Las protestas en Latinoamérica van a seguir con estas manifestaciones hasta que los pueblos tengan la convicción de que se gobierna para ellos y no para un puñado. Fuente editada: “Protestas en América Latina: ‘vamos a seguir con manifestaciones hasta que los pueblos crean que se gobierna para ellos y no para un puñado’”, por Gerardo Lissardy BBC News Mundo, 24 octubre 2019
De tal manera que en Colombia se seguirán presentando marchas-protesta, como la del 21 de noviembre 2019 hasta que se den las reivindicaciones sociales de las que se hablan en las líneas precedentes. No teniendo el gobierno de turno(del Presidente doctor Iván Duque Márquez) soluciones, sino que es el Estado el que debe encargarse, como en Chile, con reformas constitucionales aprobadas por el pueblo soberano. Porque Colombia es un Estado Social de Derecho, y una Democracia de Economía de Mercado.
De lo contrario,  lo que se haga solo serán “paños tibios”
*Ingeniero Civil egresado Universidad de los Andes, Colombia
Capitán de Corbeta Reserva Naval Armada Nacional de Colombia
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@raul_arzuza