La educación como derecho fundamental para el hombre

En el presente ensayo se busca analizar el estudio acerca de la conceptualización de la educación como un derecho fundamental, un bien y servicio público desde una mirada política-educativa con el propósito de generar una reflexión acerca de la necesidad de una política de Estado que asegure el derecho fundamental de la educación en la sociedad colombiana.
La educación permite la dignificación de la dignidad humana, por lo tanto debe ser un derecho fundamental desde el nivel educativo Preescolar hasta el último nivel de posgrado permitiendo ser un componente que favorezca mejores niveles de desarrollo humano en nuestra sociedad y así mitigar las diferentes problemáticas que surgen producto de la carencia de gozar del acceso a la educación de calidad. Por esta razón, la naturaleza de la educación como derecho fundamental debe ser implementada por el Gobierno Nacional respondiendo a los principios de una vida justa y digna propuesta en la Constitución Política de Colombia que posibilita la realización de todo individuo, y también porque los procesos educativos y formativos son mecanismos que orientan la construcción de un proyecto de nación.
Por otra parte, el único medio para la formación del ciudadano que requiere Colombia hoy día se logra alcanzar si existe mayor compromiso, entrega y disposición de los gobernantes y que sus decisiones políticas garanticen a toda la población el servicio educativo de calidad como eje transformador de una sociedad. Sin duda, es el Estado el mayor responsable que atenta contra la violación de este derecho de todo ser humano porque no toma medidas pertinentes que generen a que cada persona pueda asistir a un establecimiento educativo para su formación personal y académica, siendo ambas sumamente importantes para generar transformaciones en los ámbitos de una sociedad. Hoy en día en Colombia, existe un alto porcentaje de niños, niñas, jóvenes y adultos que siguen privados de oportunidades educativas, debido principalmente a factores políticos, sociales, culturales y económicos.
La Carta Magna de Colombia consagra en el artículo 67 que “La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y a los demás bienes y valores de la cultura (…)» y también la Ley General de Educación manifiestan que la educación es un servicio que se ofrece para el hombre con el propósito de promover el cambio y materializar los ideales de las propuestas educativas, es decir, los fines de la educación, de acuerdo con la norma es garantizar espacios de  acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y demás bienes y valores de la cultura de la sociedad. Sin embargo, la responsabilidad del cumplimento de este derecho recae principalmente en el Estado, luego la familia como institución socializadora y el aporte de la sociedad para la defensa del derecho a la educación. Aunque a pesar de lo que propone la Norma de Norma muchos se preguntan si en Colombia ¿la educación es un bien y servicio público?, por motivo de situaciones que atentan o amenazan el derecho a al educación. La función social de la educación está enmarcada en el desarrollo sostenible integrado por parte de la comunidad académica y el financiamiento sostenible que destina el Ministerio de Hacienda para el campo de la educación que se caracteriza por ser accesible, adaptable y disponible para cada mujer, hombre, joven y niño o niña goce del derecho a la educación. Ante la importancia que otorga en el marco del Estado social de derecho en Colombia, este derecho de persona y servicio público con un propósito social presenta un declive, ya que cada vez surgen dificultades y se agudiza una crisis en la educación superior, el cual es un nivel vital para hallar caminos de progreso.
Por otro lado, la búsqueda de un proyecto encaminado en convertir a la educación en un derecho fundamental de toda persona es gran desafío en materia político-educativo en los albores de este siglo. Entonces, es necesario que el Estado se comience a preocupar por su rol como principal garantizador del servicio público de la educación, que este sea prestado con eficiencia y eficacia y así diseñar propuestas que inciden en la solución de todas las problemáticas que surgen en el sendero dinámico de la educación para que el Estado asuma su responsabilidad en los asuntos educativos.
Es necesario resaltar al Estado, como primer responsable del servicio de la educación desde un horizonte amplio y abierto, lo que implica el deber de atender al fenómeno de la globalización y la proliferación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), debido a que esto repercute porque nos encontremos en un mundo profundamente interconectado. Esta situación se hace inevitable que ya no podemos entender a la educación únicamente desde la perspectiva nacional. Por tal motivo, se debe configurar una política educativa alineada a las políticas supranacionales desde la visión de los organismos internaciones y así estas pueden ser efectivas siempre y cuando los organismos nacionales, atiendan a todos los lineamientos y objetivos trazados por los gobiernos de turnos, orientados en buscar una educación de calidad y excelencia. Esto debe atender a que los organismos supranacionales como por ejemplo; la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el Banco Mundial (BM), entre otros, cada día cobran más importancia e influencia, tanto en el diseño de las políticas educativas como en las reformas de los sistemas educativos, puesto que los actores, el diseño de políticas, las estrategias de ejecución, las ideologías, los valores, los sistemas educativos y su contexto en el que surgen no son estáticas y se debe estar haciendo renovación por la dinámica de las necesidades educativas que van surgiendo a medida que la sociedad avanza.
Afirmo que en Colombia el gasto social debe beneficiar a toda la población y que además genere un efecto directo sobre la solución de las necesidades básicas insatisfechas de las personas, que disminuya la pobreza y que mejore las condiciones de vida de la población para contribuir al desarrollo de la nación en sus diversos ámbitos: económico, social, cultural, político, entre otros. Por esta razón, planteó que nuestro país debe buscar un camino que le permita mejorar en los aspectos mencionados y la mejor alternativa de solución es mejorando y garantizando el acceso a la educación a todos los niños, niñas y jóvenes porque ellos son el presente y futuro no sólo de un país sino que también pueden contribuir a mejorar todas las condiciones de vida de la sociedad a nivel global, es decir, la educación es la clave de la transformación, progreso y desarrollo de una sociedad y debe constituirse como el principal motor de una sociedad.
La educación debe ser la primera responsabilidad del Estado, por lo anterior es necesario ascender el presupuesto en inversión para la esfera educativa. A pesar de esto surge un interrogante ¿la calidad educativa debe ser medida únicamente por el nivel de inversión? o es hora de hacer una ruptura en el campo de ejecución de medidas de carácter político-educativa. Es hora de que Colombia procure proveer a su población la educación como derecho fundamental, por ende este debe ser gratuito y de alta calidad, debido a que la educación es la columna vertebral de la construcción de un mejor país, esto significa que es la base de toda sociedad.
Con respecto sobre el marco del Nuevo Orden Educativo de 1991 (NOE), se hace una crítica a los participantes de la Constituyente de 1991 al no categorizar a la educación como derecho fundamental a pesar de ser ella un Bien Público que logra transformar la realidad de una sociedad. La educación debe estar centrada en un interés general por y para la comunidad. Además, es tarea del Constituyente Primario, es decir, del Pueblo y en especial de los actores educativos en encontrar el sendero que conlleve a la modificación del artículo 67 de la Carta Magna de la República de Colombia para dejar por sentado la educación como derecho fundamental en todos los niveles del sistema educativo colombiano.
La concepción de la educación como bien público es el principal aparato que promueve oportunidades para la población y así se genera progreso en la sociedad, por esta razón este sector debe poseer el más alto Presupuesto Nacional posible. La mejora en la calidad de vida de las personas se alcanza si existe un desarrollo constante en la educación que se ofrece y también si cada vez hay mayor oferta educativa. La educación constituye un elemento fundamental de toda nación y si carecemos de ella las niñas, niños, adolescentes y adultos no se podrán desenvolver en esta sociedad que cada vez es más compleja.
En concordancia con lo anterior, este ensayo aborda sobre la problemática que posee la educación al no ser consagrada en la Carta Política de Colombia como derecho fundamental, a pesar de la necesidad de propiciar cambios para conseguir un acercamiento hacia su propia evolución con la implementación de ajustes novedosos y provechosos para el progreso de la educación, apreciando óptimos modelos educativos pedagógicos que contribuyan a la formación para la vida del sujeto cognoscente, con el fin de generar conciencia en todos los actores partícipes del proceso de enseñanza-aprendizaje a valorar el acto de educar de una manera trascendental, de tal forma que superen no sólo las distintas debilidades reflejadas en decisiones equivocas principalmente del Estado y de los docentes que han influido negativamente en el ámbito educativo desde largos periodos de tiempo, los agentes educativos deben tener una educación visionada hacia la obtención de una formación para la vida. Sin embargo, cabe mencionar que no sólo los actores educativos que están a cargo de una posición sustancial para el buen manejo de la educación son quienes están cometiendo errores, sino que además, factores como: el político y económico han intervenido significativamente en el bajo rendimiento del acto de educar desde tiempos considerables.
El docente es un sujeto responsable de la educación, y hoy día es urgente que ellos contribuyan propuestas para un cambio radical que beneficie a la educación a escala nacional, por consiguiente, tiene los siguientes retos: el cuerpo docente debe contribuir a conseguir métodos de enseñanza capaces de despertar una educación personalizada que trascienda y trasladar los mismos a la práctica continua; realizar actos pedagógicos desde diversos contextos que incitan tanto a la transformación de la perspectiva del estudiante ante los procesos educativos como al desarrollo de su potencial; trabajar desde un sistema educativo que estimule a despertar la pasión que posea inmersamente el individuo que se educa; introducir la colaboración colectiva dentro y fuera de las aulas de clases, en vez de, promover la competitividad entre compañeros; explorar un modelo pedagógico holístico; rescatar la conexión emocional tanto del docente como del estudiante con respecto lo que se está educando; apreciar la profesión del docente y la importancia de brindar experiencias educativas valiosas al alumno; concientizar la responsabilidad que el docente tiene al ser líder de la construcción de vidas de los distintos seres humanos que educa, teniendo en cuenta la personalidad de cada uno.
No obstante, es indispensable reconocer los errores cometidos por el sistema educativo en Colombia, con el propósito de incrementar la probabilidad de corregirlos de manera óptima y así ocasionar un cambio transcendental dentro del proceso de educar. Dichos errores, son los siguientes: pretender definir con un número determinado la calidad de persona que el estudiante es; incitar a la competencia entre alumnos para la adquisición de una calificación; enseñar a callar y obedecer; buscar sólo el desarrollo curricular menospreciando el personal; ubicar al estudiante en un contexto alejado de la realidad que se vive día con día en la sociedad; contribuir a la conversión de la educación en algo aburrido, rutinario y sin avances creativos que involucren al alumno; platicar en las aulas de clases acerca de paz, democracia, valores, derechos humanos, educación de calidad pero no vivenciar todos esos conceptos en la vida escolar; carecer de un estímulo hacia el alumnado que apoye el desarrollo de libre expresión del pensamiento y se supere el miedo a decir lo que siente y piensa.
A manera de síntesis, la educación repercute en la vida política, social, económica, cultural y tecnológica de una sociedad. Para el cumplimiento de este derecho se debe proporcionar a toda la población el acceso y permanencia al servicio educativo, por eso es necesario regular una ley que garantice una educación de calidad, por consecuencia la tarea debe iniciarse en la educación inicial y continuarse hasta la educación superior para materializar el derecho fundamental de la educación, es decir, se hace necesario regular las decisiones tomadas en correspondencia con la inversión que realiza el Gobierno Nacional para satisfacer las necesidades del sector educativo. La educación debe ser comprendida como un derecho fundamental humano porque es el vehículo de desarrollo de un territorio porque genera la igualdad de oportunidades. Cabe resaltar que la trasformación del sistema educativo está en manos de todos los individuos interesados en el avance de la adquisición de una educación de calidad, conscientes de la necesidad y relevancia que ocupa la educación para el óptimo desarrollo de una nación. Por último, hay que considerar en Colombia a la educación como una pieza clave del proceso de construcción de nación, debido a la influencia del conocimiento como factor estratégico de sociedad.